Pasadas las 21 del miércoles, Gladys M., de 37 años y vecina de la localidad de Villa Gobernador Gálvez, recibió cuatro impactos de bala cuando caminaba por calle Corrientes y la bajada al río Paraná, en momentos en que se dirigía a hacer unas compras para la cena. Según pudo reconstruir la policía, habría sido interceptada allí por cuatro hombres que sin una discusión previa le dispararon con armas de grueso calibre. La víctima fue trasladada al hospital Anselmo Gamen de la vecina localidad y desde allí, después de realizadas las primeras curaciones y ante las múltiples heridas recibidas, fue internada en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez de Rosario, donde anoche se encontraba estable.
Según una fuente oficial, la mujer recibió disparos en el tórax, el cuello, el omóplato derecho y el brazo. Los motivos del brutal ataque se están investigando pero según expresaron testigos, ya que a esa hora el lugar es muy concurrido, "los atacantes habrían estado alcoholizados y comenzaron a insultar y a gritarle a Gladys, hasta que uno de ellos la arremetió contra la mujer".
Se confirmó luego que Gladys M. es la esposa de Antonio A., un hombre de 44 años que está detenido e imputado de haber participado junto a su padre, Juan Antonio A., de 68 años, del crimen de Santiago Alejandro Coronel, un muchacho de 28 años ultimado el 5 de julio pasado. Este muchacho era allegado a la familia R., que mantiene una confrontación de vieja data con la familia A.
En el momento en que lo mataron, Coronel estaba sentado en la puerta de la casa de la familia R. y fue sorprendido por dos personas que le efectuaron disparos en el brazo izquierdo, la pierna izquierda y también un impacto letal en el tórax, muriendo poco después en un centro asistencial público.
En las calles de la populosa barriada de la bajada al río, en Villa Gobernador Gálvez, los vecinos y fuentes policiales relataron que la agresión a Gladys M. podría enmarcarse en esta vieja bronca entre dos familias de pescadores. Los A. y los R. se pelearían por territorios de comercialización de pescados. "Pero aparentemente hay algo más", dejó trascender un vocero policial de la zona.
Acusaciones. En ese sentido, en la audiencia imputativa a la que fueron sometidos Juan Antonio A. y su hijo Antonio por el crimen de Coronel, el fiscal Adrián Spelta precisó que los A. acusaban a la familia R. de haber amenazado horas antes a la mujer de Antonio, Gladys M., la ahora víctima del tiroteo.
Asimismo, en la audiencia se ventiló el testimonio de un vecino que asaeguró que los R. son una familia "conflictiva" del barrio. Y contó que el sábado que murió Coronel, los A., cansados de tener problemas con esos vecinos, fueron hasta el domicilio de los R. y los "amenazaron con quemarles el rancho a pesar de que la casa es de material". "Los R. sacaron un arma y dispararon. Los A. dispararon también", apuntó. El juez Beltramone, que intervino en la causa, evaluó que existen "elementos de convicción suficientes" para considerar a los A. probables autores y dispuso su detención.
Ahora son la comisaría 25ª, el Comando Radioeléctico villagalvense y la Fiscalía en turno quienes llevan adelante la pesquisa por el ataque a la mujer.
Roldán: asaltan a dos parejas que compartían una cena
Dos matrimonios que estaban por cenar en una casa del barrio Acequias del Aire, en Roldan, fueron asaltados a las 22 del miércoles por cuatro hombres fuertemente armados que sólo pudieron llevarles los teléfonos celulares y una suma no consignada de dinero
El hecho se registró en Del Cauce al 400 y fue denunciado casi al momento en que sucedía. Damián F., de 38 años, y su esposa Natacha García, de 32, viven en el lugar y eran visitados por Javier A., de 36 años, y Lorena S., de 35. En el marco del encuentro Javier fue a buscar carbón a un negocio cercano y al volver notó que la casa estaba a oscuras, muy distinta de como estaba momentos antes. Entonces ingresó sigilosamente por un portón y vio a su esposa y al otro matrimonio maniatados y en el piso mientras los intrusos armados daban cuenta de las pertenencias personales de las víctimas.
Ante eso Javier logró alejarse unos 200 metros de la casa llamó al sistema policial 911 para denunciar la situación. Antes de que llegara la policía, los maleantes escaparon a bordo de una Volkswagen Bora gris con los teléfonos celulares y dinero en efectivo de las víctimas.
El barrio es un nuevo enclave que se encuentra en la zona noroeste de Roldánn, a dos kilómetros del cruce de la ruta A-012 y la ruta 9. La familia se mudó a Roldán hace pocos días buscando seguridad, ya que semanas atrás les habían desvalijado su departamento en Rosario.