"Hay plomo para tus hijas". Esa fue una de las amenazas que recibió un hombre tras ser víctima de una balacera perpetrada en su casa la madrugada del lunes. Ocurrió luego de recibir advertencias telefónicas por despedir a la empleada que lo cuidó durante cuatro años. Por el hecho está detenido el hijo de quien fue su empleada hasta la semana pasada y a la que la familia dueña de casa asegura que indemnizó y que tenía "muy buena relación". El agresor cuenta con antecedentes penales. Más allá de los conflictos contractuales, todo parece indicar que hay una nueva modalidad, una moral de época en la que todo parecer resolverse mediante amenazas y a los tiros.
El fiscal Pablo Socca de la Unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación (MPA) precisó a La Capital que todo se desencadenó tras el despido de la mujer, quien había acusado problemas de salud y hasta la semana pasada estaba al cuidado de un hombre que padece una hemiplejia. Si bien consignó que la relación entre ambos era "excelente", el hombre recibió a los pocos días una llamada desde un teléfono fijo de parte del hijo de la mujer, quien "comenzó a insultar y reprochar que la indemnización era poca plata".
No satisfecho con eso, el hijo de la ex empleada le espetó: "Esto tiene vuelto, tengo la llave de tu papá y sé donde vive", en alusión a que podía ingresar cuando quisiera, a modo de amenaza, a una vivienda ubicada en Iriondo al 1000.
Lo llamativo es la versión que declararon las víctimas respecto de la situación que vivió la mujer en los cuatro años de trabajo que le tocó estar al cuidado de su padre, situación que contrapone el reclamo del agresor. "Recibió una gratificación de parte nuestra por los años trabajados, nosotros teníamos muy buena relación con ella", según consta en la denuncia radicada este miércoles en la Fiscalía, para ratificar que "el acuerdo de desvinculación se llevó a cabo en la sede local del Ministerio de Trabajo".
El lunes a la madrugada, la nueva empleada del hombre escuchó una ráfaga de balazos –cuyo blanco de los proyectiles aún están bajo investigación– en la puerta de la casa. "La chica que se queda ahora a la noche con mi papá había escuchado balazos en la puerta y estaba muy asustada, me llamaba desde el baño del departamento, diciendo que en un momento vio el humo", según se sostiene en la denuncia.
Y a la madrugada siguiente, un nuevo llamado de la misma voz masculina subió la apuesta: "Hay plomo para D., F. y A.", en señal a las tres hijas del hombre que había cuidado durante cuatro años, puesto que una de ellas se había encargado de realizar los trámites correspondientes de desvinculación contractual y laboral.
No obstante, Socca comentó que las llamadas continuaron pese a las amenazas perpetradas y el ataque a balazos que es materia de investigación. "Siguieron recibiendo llamadas de teléfono, pero ya no las atendían. Mientras tanto, decidieron sacar al padre de la casa y ayer (miércoles) hicieron la denuncia", apuntó el fiscal para confirmar que "estaba casi todo identificado aunque no sabíamos como se llamaba".
Lo cierto es que el presunto autor de la balacera y las amenazas resultó ser Raúl F., de 35 años, quien fue apresado este miércoles tras un allanamiento ordenado por Socca en una casa ubicada en Pedro Lino Funes al 1700, "donde se comprobó además que utilizaba el teléfono fijo de la señora despedida".
Mañana será imputado por "las amenazas en alusión al plomo (balas) y el hecho de ir a su casa con intenciones de robo" a través de los llamados telefónicos mientras resta acreditar si los disparos perpetrados "fueron al aire o la vivienda", precisó Socca. Por otra parte, comenzó que precisó que en el allanamiento no se encontraron armas de fuego, pero sí un celular que será peritado.
Por lo pronto, confirmó que el presunto agresor "tiene dos causas por robo, portación de arma de guerra y un escruche perpetrado el pasado 9 de septiembre".