Un hombre de 28 años fue asesinado ayer a la tarde de seis balazos en un crimen que, en principio, estaría vinculado con la venta de drogas en un búnker cercano al escenario criminal, en Padre Giaccone al 1300, a unos 300 metros de la estación de trenes Rosario Sur.
La víctima, Jonatan Fernández, ya había ocupado lugar en las páginas policiales cuando fue procesado y luego desvinculado por la tentativa de homicidio contra un policía baleado el 20 de enero de 2013 en la previa de un clásico entre Newell's y Central que finalmente se frustró por esos incidentes.
Habían pasado unos minutos de las 17 de ayer cuando varios disparos de arma de fuego interrumpieron la tranquilidad de la cuadra de Padre Giaccone al 1300, a unas tres cuadras del Apeadero Sur donde horas más tarde llegaría el primer tren proveniente de Retiro. "Escuché muchos tiros, pero no vi nada", comentó un vecino, y dijo: "Este pibe había estado preso por balear a un policía antes de un clásico".
"Versiones hay muchas, yo no vi nada. Dicen que estaba hablando con alguien cuando le fueron a tirar directamente a él", comentó otro muchacho. "Las historias que se podrían contar sobre éste dan para un libro", susurró un vecino mientras se alejaba del vallado policial que preservaba la escena.
Un búnker. En ese marco, algunos vinculaban a Jonatan con el manejo de un búnker de venta de drogas que funciona en la zona y que fue varias veces allanado. Sin embargo, otra versión señalaba que en realidad quienes estaban vinculados con ese quiosco eran quienes mataron a Fernández. En este sentido, una versión que no fue confirmada indicaba que allegados a la víctima habrían intentado quemar o destruir el búnker tras el homicidio.
Según los datos preliminares de la pesquisa a cargo del fiscal de Homicidios Florentino Malaponte, Fernández estaba por subir a un remís estacionado a unos metros de su casa cuando aparecieron dos o tres hombres y directamente le dispararon. El joven de 27 años cayó luego de recibir seis balazos calibre 9 milímetros. Su cuerpo quedó tendido sobre el asfalto, a metros de un Ford Focus al que estaba por subir.
Anoche, al cierre de esta edición, no había pistas para identificar a los homicidas. "Al parecer esto tiene que ver con drogas, pero no sabemos nada más por el momento", dijo un vocero de la investigación.
Clásico. En 2013 Fernández estuvo sospechado de haber baleado a un policía en la previa a un frustrado clásico de fútbol, el 20 de enero de ese año. Los disturbios en el parque Independencia se habían desatado horas antes del partido a disputarse sin público visitante en el Gigante de Arroyito pero que muchos socios de NewellSINGLE_RIGHT_QUOTEs pensaban ver en una pantalla gigante en el club.
La batahola se originó cuando un grupo de hinchas leprosos comenzó a arrojar piedras a vehículos que pasaban por Pellegrini y entonces llegó la policía. Entre 80 y 100 personas se replegaron al club y desde el sector de parrilleros alguien comenzó a disparar hacia la calle.
En ese marco el agente Pablo Orellano recibió un tiro en el cuello, del cual logró recuperarse. Dos semanas después, tras ser reconocido en un álbum de fotos, Fernández se presentó en Tribunales. En octubre fue procesado por tentativa de homicidio, pero después fue liberado con falta de mérito luego de que la Cámara Penal entendiera que no había pruebas suficientes para endilgarle la agresión.