El concubino de Ana María Alurralde, la hermana del juez federal de Reconquista hallada asesinada a golpes el sábado en Santa Fe, fue imputado ayer de femicidio. Se trata de Santiago Daniel Fernández, a quien le atribuyeron un "homicidio calificado por el vínculo mediando violencia de género". El hombre de 66 años, cuya anterior pareja desapareció en un hecho similar nunca esclarecido, seguirá preso mientras los fiscales Ana Laura Gioria y Gonzalo Iglesias adelantaron en la audiencia imputativa ante el juez José Luis García Troiano que mañana pedirán que quede con prisión preventiva.
"Mi pedido es de justicia, de esclarecimiento del hecho. Ella era una persona dulce, buena y ahora me encuentro con esta situación", sostuvo el juez federal Aldo Alurralde ante el juez tras pedir la palabra en calidad de familiar de la víctima, a quien buscaron durante 48 horas antes de hallar su cadáver. "Esa desaparición fue un hecho tremendo", dijo, y comentó que como juez participó de juicios por crímenes de lesa humanidad y casos relacionados con desaparecidos: "Ahora lo entiendo en carne propia. Siempre voy a estar pensando qué fue de esa persona, no hay lugar donde llevar una flor".
El cuerpo de Ana María fue hallado el sábado al mediodía en un zanjón unos 15 kilómetros al norte de Santa Fe. "El delito fue cometido entre las 18 del jueves y las primeras horas del viernes en una casa de Regis Martínez al 4000. Allí vivía el imputado y la víctima, que mantenían desde hacía más de 20 años una relación estable de pareja", dijo Gioria.
La fiscal afirmó que el acusado mató "intencionalmente a Alurralde en un contexto de violencia de género dado por una relación desigual de poder que se evidencia en la violencia psicológica y moral que ejercía sobre la víctima". Además indicó que el informe preliminar de la autopsia indica que Fernández "agredió a la víctima con golpes de puño" y le dio golpes en la cabeza con un objeto contundente que "le ocasionaron la muerte".
En ese marco, y ante "versiones que circularon", la fiscal aclaró que "en ningún momento el imputado confesó ser el autor". Y agregó que, una vez hallado el vehículo que estaba a nombre de la mujer, Fernández le dio a una persona de su confianza a quien le dio "indicaciones sobre el lugar donde se podía encontrar a Alurralde, sin aclarar si estaba viva o en qué condiciones sería hallada".
"Lo que orientó a la Fiscalía a detener e imputar a este hombre fueron evidencias que confirmaron que hubo violencia y desmintieron el relato del imputado", añadió Gioria. Y recordó que Fernández declaró que cuando se despertó el sábado a la mañana no vio a su pareja. "Cuando la policía fue a la casa todo estaba ordenado, pero las pericias detectaron rastros de violencia".
La fiscal aclaró que no se registraron denuncias previas por violencia de género contra el imputado. Y refirió que la desaparición en 1988 de Marta Romero, ex pareja de Fernández, fue tenida en cuenta por la investigación.