Una mujer de 25 años fue absuelta por el beneficio de la duda en el juicio oral por el homicidio de Neri Leonardo Cardozo, quien murió apuñalado en junio de 2018 en barrio Godoy. Se trata de Antonela Leguizamón, quien fue juzgada por un tribunal unipersonal conformado por la jueza Patricia Bilotta. La joven se sentó en el banquillo la semana pasada acusada de homicidio simple, delito por el cual el fiscal Luis Schiappa Pietra había pedido una pena de ocho años de prisión. Sin embargo, la magistrada evidentemente no halló prueba suficiente que acredite que cometió el crimen por lo que resolvió absolverla.
Leguizamón siempre negó haber asesinado a “Leo” Cardozo, con quien había mantenido una pareja que al momento del crimen llevaba unos cuatro años disuelta en un contexto de violencia de género que no al parecer no había terminado junto con el vínculo. Es que, según relató la joven acusada, el hombre seguía acosándola al punto que había tramitado contra él al menos tres denuncias por agresiones, una prohibición de acercamiento y un cese de hostigamiento.
Ultimo encuentro
La noche del 17 de junio de 2018, alrededor de las 23, Leo y Antonela se encontraron por última vez en Bertolé al 7900. En esa vereda de la zona sudoeste de la ciudad, frente a la casa de la abuela de la mujer, Cardozo cayó apuñalado en el abdomen y murió desangrado. La acusada negó haberlo apuñalado y aseguró que ya estaba herido, y borracho, cuando se acercó y comenzó a llamarla al grito de “Anto, Anto”.
“Me juzgan por algo que nunca hice, nunca lo agredí. El llegó herido a buscarme y ahí falleció”, había declarado al ser imputada la joven, que hasta el momento del juicio comenzado la semana pasada estuvo dos años y medio con prisión preventiva domiciliaria para poder cuidar de sus hijos de 1 y 5 años que tuvo con parejas posteriores. Esa noche, contó la acusada en el debate oral, su hijo mayor tenía broncoespasmos y como no había energía en su casa fue hasta lo de su abuela para poder hacerle nebulizaciones. Ya había visto a Cardozo tomando unos tragos en la esquina con unos amigos y no se sorprendió de que a eso de la 11 de la noche la llamara.
“Pensé que venía a hacer disturbios como solía hacer y me asomé por la puerta. El se sacó la mano de la panza y le salía sangre”, dijo la joven sobre lo que supuso era una de las habituales autolesiones que al parecer solía infligirse quien había sido su primer novio. Luego abundó sobre esa relación que duró un año y medio, comenzó bien y luego empezó a derrapar a medida que Leo empezó a mostrarle problemas con la bebida, luego comportarse como si fuera el dueño de ella, impedir que la joven viera a su familia y finalmente amenazarla y golpearla al punto de hacerle perder un embarazo.
“No sabía de dónde venía lesionado, cuando se sacó la mano de la panza me quedé en shock. No sabía si era una joda, porque él solía autolesionarse”, aseguró, para agregar que un año antes un vecino había apuñalado por la espalda a Cardozo y le había dicho que lo mataría. Tanto esas heridas como las autolesiones fueron corroboradas en la autopsia.
Testimonios
Sin embargo el fiscal Schiappa Pietra la acusó a partir de “dos testigos que describen la secuencia de la puñalada”, dijo en su alegato de apertura sobre los vecinos que la vieron discutir con Cardozo e incluso entrar a la casa a buscar un “elemento punzante” con el que hirió al hombre de 31 años en el abdomen.
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Una vecina recordó al declarar en el juicio que los había visto discutir “como chicos”, que él le pidió 100 pesos y ella se enojó. “Le pegó una puñalada, lo levantó y volvió a hacerlo”, aseguró la mujer que sindicó a “otro muchacho mirando la situación”. También un amigo de Cardozo contó que había presenciado la escena a unos 50 metros, frente a la casa de su madre. “Estaban ellos dos nomás, no vi que lo acuchilló”. Otro amigo que había estado tomando con Leo antes de esa escena contó que éste se había levantado en un momento y dicho que se iba a “llevarle plata a su señora y al rato volvió lastimado”.
Puesta a decidir, la jueza Bilotta se inclinó por absolver a Leguizamón por el beneficio de la duda. En principio, no habría encontrado entre las pruebas exhibidas ninguna tan contundente que demostrara que ella fue quien aplicó la mortal puñalada a Leo. Pero los fundamentos del fallo se conocerán en los próximos días.