El juez de Sentencia número 4, Julio Kesuani, tiene sobre su escritorio el acta acuerdo de un juicio abreviado en el que Adrián Alonso, de 20 años, y Damián Pinat, de 22, aceptaron purgar 20 años de prisión por haber asesinado a golpes a Maximiliano Fabián Storani en agosto de 2011 en un terreno baldío de la ciudad de Casilda. La víctima tenía entonces 19 años y su asesinato conmocionó a la región ya que, durante 22 días, se llevó adelante la búsqueda infructuosa del joven. Fue después de que su familia denunciara su desaparición la noche del 11 de agosto. El cuerpo del pibe fue hallado finalmente el 2 de septiembre, escondido entre unos matorrales y en un baldío lindante a un comercio de venta de equipos de GNC, en la esquina de Catamarca y bulevar Ovidio Lagos, en el macrocentro casildense. Alonso y Pinat fueron acusados por el delito de homicidio calificado con alevosía, agravado por la participación de un menor y por el robo del teléfono celular de la víctima, origen del asesinato.
Tanto Alonso como Pinat fueron detenidos horas después del hallazgo el cadáver y un mes más tarde la entonces jueza de Instrucción Silvia Nogueras los procesó. Junto a ellos también fue imputado en primera instancia Gustavo Blásquez, de 19 años. A ese muchacho le achacaron encubrimiento agravado ya que trocó el teléfono sustraído a la víctima con Alonso. Hace un año, en mayo de 2013, la Cámara Penal de Rosario confirmó los procesamientos dejando en claro la "situación de indefensión" en la que estuvo la víctima en todo momento. Según la autopsia, Storani falleció por "politraumatismos derivados de una golpiza y de un contundente golpe en la cabeza efectuado con un ladrillo". En su dictamen la jueza consideró, además, que el joven no se pudo defender ante la cantidad de atacantes, por ser de noche y por su personalidad, ya que tenía problemas madurativos.
A la firma. El proceso abreviado es una alternativa que el sistema penal ofrece para acortar los tiempos de un juicio. Supone un acuerdo entre el imputado y la Fiscalía en el cual el primero acepta los términos de la acusación y el segundo solicita la imposición de una pena dentro del marco legal. Ante el acuerdo de partes, es el juez quien debe rubricar el trato. Por eso esta semana Pinat, acompañado por la defensora oficial Valeria Orta Nadal, y Alonso, con la abogada oficial Beatriz Antelo, se reunieron con la fiscal de la causa, Graciela Argüelles, y acordaron una condena de 20 años por las acusaciones ya mencionadas. En el acuerdo también estuvieron presentes los abogados querellantes Federico Garat y Mauricio Plancich. Esa acta de audiencia de proceso abreviado ahora está en manos del juez Kesuani, quien deberá brindarle su conformidad. "Veinte años de condena por las acusaciones que están sobre la mesa es un buen acuerdo para un juicio abreviado", explicó una fuente.
Maximiliano Storani tenía 19 años y sufría un trastorno madurativo. La noche del jueves 11 de agosto de 2011, de acuerdo a lo descripto en el dictamen de procesamiento por la jueza Nogueras, el muchacho se topó con quienes terminarían siendo sus matadores en un bar del centro de Casilda. Entre ellos un pibe de 17 años. Allí los jóvenes comenzaron a hostigarlo para luego invitarlo a la casa de Pinat, donde con otros jóvenes se juntaron a beber y en ese lugar los sorprendió la madrugada del día 12. Maximiliano, poco después, se fue solo del lugar. Pero minutos más tarde los protagonistas de la macabra historia volvieron a cruzarse en cercanías de Catamarca y Ovidio Lagos, a metros del Museo y Archivo Histórico Municipal. En ese momento Storani andaba en bicicleta. Fue entonces que Alonso despojó a Maximiliano de su celular y de otras pertenencias sin que sus dos compañeros se lo impidieran. Tras el atraco salieron corriendo y en su desesperación Storani los persiguió en la bici.
Pelea fatal. A pocos metros logró interceptarlos, en inmediaciones de un baldío ubicado frente al vivero "Paseo del Canal", y allí comenzó lo peor de la historia. A Maximiliano lo bajaron de la bicicleta a las trompadas y a las patadas. A los golpes lo condujeron hacia el baldío donde finalmente fue hallado muerto. Lo llevaron propinándole "golpes de puño y patadas en distintas partes de su cuerpo, golpeándolo asimismo con elementos contundentes, encontrándose Storani en todo momento en situación de indefensión, provocándole heridas de tal gravedad que le ocasionaron la muerte, previo haberle sustraído su teléfono celular y su bicicleta entre otras cosas", se describió en el procesamiento. Luego, enceguecidos por la saña y al verlo ensangrentado y malherido, los agresores terminaron ultimando a Storani con fuertes golpes en el cráneo con un ladrillo. Al comprobar que estaba muerto ocultaron el cuerpo en medio de unos cañaverales ubicados en el fondo del baldío y escondieron el ladrillo ensangrentado debajo una losa ubicada a unos 50 metros del trágico escenario.
Para la resolución del caso fue clave el testimonio de Pinat. Y así lo destacaron los camaristas de la Sala IV de la Cámara Penal al confirmar el procesamiento. Los camaristas aclararon que "se aprecia claramente de las exposiciones que Pinat brinda en sede policial, que luego de que golpearan a Storani y le robaran sus efectos, el damnificado les seguía exigiendo la devolución de lo sustraído, y le volvieron a pegar —incluso el mismo Pinat— permaneciendo en definitiva los tres juntos (los dos imputados mayores y el menor) hasta el momento del desenlace fatal, luego del cual también juntos se retiran los tres después de que se ocultara el cuerpo entre las malezas". Y advirtieron "discordancias entre las declaraciones de los tres involucrados en cuanto a la sucesión de acontecimientos. Estima la sala que no existen a esta altura elementos de juicio suficientes para priorizar, como la defensa de Pinat pretende, el relato de su cliente por sobre el de sus consortes de causa".
"Es que más allá de cuál haya sido la razón del inicio de la agresión, lo cierto es que en su transcurso se verificó una sustracción, luego de la cual Pinat admite haber continuado también él agrediendo físicamente a la víctima como lo había hecho también antes", indicaron en la confirmación. Y concluyeron que "en ese marco resulta desajustada la pretensión de asumir responsabilidad sólo por alguna lesión que pudo haber causado con los golpes que propinó a Storani, cuando la realidad indica que se verificó no solo un delito de lesiones, sino un robo con resultado de homicidio en el cual Pinat tomó parte, y eso lo coloca como coautor con independencia de quién propinó el golpe mortal".