El joven no aguantó, abrió la boca y eso selló su suerte. Ayer, en horas de la madrugada, detuvieron en una villa cercana al barrio de Fisherton a un muchacho de 26 años señalado como el principal sospechoso de asesinar a golpes y puñaladas a Sergio Jesús Militano, el hombre que fuera hallado muerto el martes pasado en el Rosedal del parque Independencia. Según fuentes de la pesquisa, el acusado le habría confesado a una allegada que reaccionó porque recibió una agresión previa de la víctima. Esa persona dio inmediato aviso a las autoridades policiales que cayeron sobre el hombre.
Transitaron casi 48 horas desde ocurrido el hecho, tiempo más que suficiente para carcomer la conciencia de cualquier ciudadano que pudiera estar involucrado en un homcidio. Y eso dicen que le pasó Jonathan David S., quien le habría confesado a un allegado directo a Militano, que él estuvo involucrado en la muerte.
Con la información a flor de labios, esa persona no dudó en llamar a las autoridades policiales y judiciales. Y rápidamente se montó un operativo para cercar al sospechoso que terminó detenido ayer, a las 3 de la mañana, en una vivienda ubicada en un asentamiento precario cercano al barrio de Fisherton, en la zona oeste de Rosario.
Según detallaron fuentes judiciales con llegada a la pesquisa, ese dato aportado para encontrar a Jonathan no hizo más que confirmar las sospechas recabadas en la calle por los investigadores apenas ocurrió el asesinato.
Lo cierto es que al ser detenido, el sospechoso habría manifestado que “no conocía de antes a la víctima, que tuvieron un encuentro casual y fugaz durante la madrugada del miércoles, y que su reacción se debió a una primera agresión o roce que recibió de parte Militano”.
En poder del joven se hallaron elementos que pertenecerían a la víctima, y se le secuestró vestimenta propia con manchas de sangre que serán sometidas a pericias para determinar si coinciden con el perfil genético del hombre muerto.
Audiencia. La versión entregada por el acusado, más las evidencias colectadas hasta el momento, serán empleadas por el fiscal Pablo Pinto para sostener la imputación por el delito de homicidio simple, trámite que se desarrollará hoy en los Tribunales provinciales bajo la presidencia del juez Gustavo Pérez de Urrechu.
El cadáver de Militano apareció tirado bajo la glorieta que se erige junto al lago artificial del Rosedal del parque Independencia, en inmediaciones de Moreno y Dante Alighieri, cerca de las 2 de la mañana del miércoles. Presentaba signos de haber recibido un feroz ataque. Según los forenses tenía un fuerte traumatismo en el cráneo producto de un botellazo y varios puntazos en el abdomen, el cuello y el rostro. Al lado del cuerpo se hallaron restos de vidrio de una botella, por lo que se suponía que se utilizó ese elemento para matarlo. Tenía sus pantalones bajos y estaba prácticamente desnudo.
En un principio la principal hipótesis sobre la que trabaja el fiscal Pinto es que Militano pudo haber sido víctima de un robo. Y aunque las pocas pertenencias que llevaba quedaron tiradas a su alrededor, esa ida tomaría fuerza con el hallazgo de algunos de sus objetos en poder del sospechoso.
Vecinos y conocidos de Militano lo describieron como un hombre humilde que los últimos cinco años de su vida estuvo casi en la indigencia y dormía de prestado adentro de un auto en el galpón de una cochera ubicada muy cerca de donde murió, en Italia al 2200.
De acuerdo a los testimonios que recogió este diario, Militano era un ex combatiente de Islas Malvinas que estaba medicado y seguía un tratamiento en el hospital Provincial; que tenía una mujer y una hija en la provincia de Córdoba; y un hermano en Sidney, Australía.