La investigación por la muerte de David Moreira, el joven de 18 años que falleció a raíz de la tremenda golpiza que un grupo de vecinos le propinó luego de que asaltara a una joven madre en el barrio Azcuénaga, avanzó ayer a partir de un video casero de tan sólo 10 segundos que se incorporó a la causa y en el cual se observa claramente a dos muchachos que la arremeten a patadas contra la cabeza y el cuerpo del pibe mientras éste está tendido indefenso en la calle.
El video fue registrado desde un teléfono celular y llegó el lunes a la tarde por WhatsApp al teléfono de un empleado de la Fiscalía Regional Rosario. Tras ello, ese empleado lo elevó al fiscal Florentino Malaponte, quien incorporó una copia al expediente mientras las imágenes recorrían todas las redes sociales acompañado una vez más de comentarios irreproducibles.
Agresores. En el registro fílmico aparecen dos muchachos, uno de ellos con la cara cubierta con un trapo blanco, golpeando a Moreira mientras éste está tendido en el pavimento, sobre la cortada Marcos Paz. Uno de los agresores le asesta una patada en la espalda al joven mientras el otro le propina puntapiés en la cabeza. En medio de la golpiza, la víctima de la paliza intenta incorporarse, pero el atacante continúa golpeándolo con fiereza. La escena fue presenciada por al menos otros cuatro muchachos, uno de ellos ataviado con la camiseta de Rosario Central, cerca de un auto color azul estacionado. En el audio del video se escucha a vecinos que gritan "por favor paren, cortenlá", mientras observan la cruenta escena .
En rigor, la posibilidad de que los atacantes sean hinchas del club auriazul no fue corroborada ni investigada hasta el momento por el fiscal Malaponte, de la Unidad de Homicidios Dolosos, pero tres testigos dijeron que ese día vieron salir a simpatizantes del equipo canalla del club Amistad y Unión, donde presuntamente estaban haciendo "la previa" antes de ir al Gigante de Arroyito a presenciar el partido frente a All Boys.
El sábado 22 de marzo, cerca de las 18, una chica de 21 años caminaba con su hija de 2 por Marcos Paz al 5400 cuando fue abordada por dos hombres en una moto roja que le arrebataron un bolso en el que, al parecer, sólo llevaba pañales. Según la reconstrucción preliminar, mientras los ladrones emprendían su huida, un grupo de vecinos logró detener el rodado y empujarlo haciendo caer a sus ocupantes. Uno de los dos maleantes logró escapar con el botín y el otro quedó a merced de la ira de los habitantes del barrio que comenzaron a pegarle. Moreira fue internado en el Hospital de Emergencias con un grave traumatismo de cráneo y pérdida de masa encefálica. Y murió el 25 de marzo.
Los pesquisas de la División Judicial de la policía rosarina detectaron manchas de sangre en la escena del suceso separadas por unos veinte metros, lo que implicaría que el muchacho fallecido fue arrastrado y arrojado donde finalmente fue encontrado.
Allanamientos. En el marco de la investigación, ayer a la mañana efectivos de esa dependencia policial allanaron el domicilio del muchacho que está acusado de haber cometido el atraco con Moreira y escapar con la cartera de la chica asaltada. Los policías llegaron hasta una casa de Carrasco al 2500, pero no lo encontraron. "La familia lo echó. Los padres están ofuscados por lo que hizo y se comprometieron a entregarlo si lo encuentran", señaló el fiscal Malaponte.
Los uniformados tampoco encontraron la documentación de la moto utilizada para perpetrar el atraco ni el bolso sustraído a la muchacha. "La moto no tenía dominio, pero sí los guarismos de motor y chasis", explicó el responsable del Ministerio Público de la Acusación.
A su vez, el lunes a la noche los policías llegaron a una casa situada en la ochava norte de Marcos Paz y Liniers. La propiedad tiene dos cámaras de seguridad que observan esa vereda, pero los uniformados comprobaron que no habían captado los movimientos durante el feroz ataque. En tanto, de otra vivienda de Liniers al 900 se llevaron un pen drive, una cámara de video y un teléfono celular pero, según los peritajes de rigor, no tenían "contenidos" de interés para la causa.
El otro dato que aportó el fiscal Malaponte ayer es que la joven asaltada reconoció a Moreira como la misma persona que se bajó de una moto y le tironeó el bolso. Ese día la muchacha llevó a su hija a un cumpleaños y luego regresó con la nena en una camioneta Fiat Fiorino de una amiga. La chica, según Paul Krupnik, el abogado que la representa, "fue al sitio donde ocurrió la golpiza después de haber llamado al 911. Entonces lo reconoció como quien la había robado".
Último momento. El letrado dijo que "minutos depués del robo la joven quedó en estado de shock. Tuvo sobre todo un gran miedo ya que estaba con su hija de 2 años. Al ver que el robo era inminente atinó a poner la nena a resguardo y tirarse contra la pared. Entonces les dijo a los muchachos «no me hagas nada que tengo la criatura». Alguien vio la escena y le dijo que la acompañaba hasta la esquina. Desde allí, aún conmocionada, llamó al 911".
Precisamente el móvil 5101 del Comando Radioeléctrico arribó 15 minutos después a la escena del suceso. "Cuando los policías llegaron la gente se dispersó y no vieron a nadie con palos o con manchas de sangre. Uno de los efectivos se dio cuenta de que (Moreira) tenía dificultades para respirar. Entonces llamó primero por radio y después con su celular al Sies", comentó Malaponte. La ambulancia demoró más de 50 minutos en llegar, pero hasta anoche no se habían determinado los motivos de esa demora.
El fiscal calificó al hecho como "un homicidio". "Este caso no es una acción de aprehensión privada, es decir cuando un civil retiene a una persona que cometió un delito. Además, la agresión de uno de los atacantes estaba dirigida claramente a cometer un homicidio. No hubo riña porque el joven fallecido estaba indefenso", concluyó.
Testigos
El fiscal Florentino Malaponte requerió que quienes hayan presenciado el ataque mortal sufrido por David Moreira se presenten en la Fiscalía Regional Rosario, en Montevideo 1968, con la intención de aportar datos que permitan esclarecer el hecho. "Pueden hacerlo en forma anónima", sostuvo el funcionario.