De acuerdo a la reconstrucción del hecho, Milagros fue raptada por el acusado el mediodía del 18 de febrero de 2015, en Grandoli y el arroyo Ludueña, a la altura de la intersección con la calle 1300 mientras caminaba rumbo a la casa de su abuela. Esa fue la última vez que vieron a la chica con vida, ya que dos días después el cuerpo apareció envuelto en sábanas, frazadas y nylon atado con cables de teléfono.
En ese entonces, los investigadores no pudieron determinar las causas del fallecimiento debido al estado avanzado de descomposición en el que se encontraba el cadáver, aunque sí presentaba signos de haber sido estrangulada y abusada sexualmente, hecho que luego se comprobó mediante el cotejo de las muestras de ADN.
La pena que recibió el acusado era la que habían solicitado los fiscales Miguel Moreno y Laura Riccardo del Ministerio Público de la Acusación, teniendo en cuenta que el Pérez gozaba del beneficio de libertad condicional, puesto que había sido condenado en 2012 por un hecho de
abuso sexual que tuvo repercusión pública y por el cual fue condenado a cuatro años y medio de cárcel.
El 2 de noviembre de 2010 fue denunciado por la clienta de una librería de Mendoza al 4400, donde él acusado trabajaba como empleado.