Se define "rumiación mental" a una situación en la cual una persona estresada se concentra exageradamente en pensamientos repetitivos sobre lo que le sucede pero no busca o no encuentra soluciones. Ese modo de pensar se exacerbó en pandemia. Pero ¿hay modos de salir de esa encerrona? Sí, tomando plena conciencia de lo que hemos atravesado en este tiempo y registrando cómo nos sentimos hoy; recuperando el contacto presencial con los otros (siempre teniendo en cuenta los cuidados necesarios) y echando mano al contacto con la naturaleza.
La terapia verde, que tiene cada vez más seguidores y hasta es recomendada por los médicos, es una buena alternativa. Martín Reynoso, psicólogo, profesor universitario, escritor, instructor de Mindfulness y director de Train Your Brain, señaló a La Capital que "los efectos emocionales de un largo año en pandemia se advierten en el incremento de la ansiedad, el estrés y la depresión" pero aseguró que "hay modos de encontrar bienestar, desarrollar mayor aceptación y bondad con uno mismo y mejorar los vínculos en general".
Según advirtió Reynoso, "el sedentarismo extremo sumado al temor, miedo y hasta fobia al contagio han producido niveles muy altos de esas emociones" y esto sucede en todos los grupos etarios incluso en niños, adolescentes y jóvenes.
Cansancio emocional
Desde el comienzo de la pandemia de Covid, "el uso de redes, de zoom, whatsapp fue en detrimento del encuentro cara a cara y esto también tuvo y tiene mucho impacto, porque si bien lo tecnológico favoreció la posibilidad de estar en contacto aumentó el cansancio emocional y el cansancio mental por lo que implica estar decodificando o intentando comprender todo el tiempo lo que le pasa al otro, lo que siente el otro sin la calidad de la observación y la proximidad que da la presencia. Por eso nuestro cerebro trabaja todo el tiempo en la decodificación del lenguaje no verbal y al no tener a la otra persona cerca e incluso con el delay propio del zoom tenemos que exigirnos más desde lo cognitivo y lo emocional sin contar los malos entendidos que se generan en la virtualidad".
Para el instructor, que ha dado clases de Mindfulness a miles de argentinos y ha formado a muchos en el campo de la "atención plena", no todos "son conscientes del impacto que ha tenido la tecnología en sus vidas y la falta de lo presencial", y es necesario reflexionar sobre esto.
"Fuimos perdiendo la relación con el medio ambiente, la posibilidad de viajar que nos hace sentir más libres, nos hace aumentar el repertorio de vivencias. Todo eso ha disminuido las experiencias sociales que se han visto dañadas y con un alto costo emocional", reflexionó.
Reynoso dio algunas pautas para aumentar el bienestar aún en tiempos de tanta incertidumbre: "Creo que es bueno mirar cómo estábamos antes de la pandemia y cómo ahora en relación a los vínculos amorosos, amistosos, laborales, familiares e incluso pedirle a los otros que nos hagan una devolución sobre cómo nos ven. Eso puede ser revelador en muchas ocasiones".
De esa manera, propuso, "comparar el nivel de actividades que teníamos antes con las que tenemos ahora, registrar qué cosas nos produce ansiedad, cuáles son nuestros estresores (qué estímulos nos producen estrés y anotarlos), qué nos generan nuestros vínculos, cómo nos sentimos, cómo estamos. Detenernos en eso".
Detenernos, observar, estar en el aquí y ahora, más presentes y conectados con nuestras emociones y el entorno, aquietar la mente que está distraída, inquieta y "balancearla a través de la aceptación, la amabilidad y sin juzgarnos", propuso Reynoso.
Terapia verde
Sentir más plenitud y disfrutar del momento presente es posible pero hay que "ocuparse" del tema. "Lo más importante es el contacto humano", comentó. "Cumpliendo con los protocolos es necesario volver a nuestras actividades sabiendo que no tenemos el control total de la situación pero sí que podemos cuidarnos".
También remarcó la importancia de "pasar cada día un rato en contacto con la naturaleza es otra clave. Lo que llamamos terapia verde es muy fortalecedor para bajar el nivel de rumiación mental e incrementar la empatía", enfatizó.
La denominada terapia verde o ecoterapia está creciendo en todo el mundo. Estos son algunos de los aspecto que promueve este "concepto" que no es nuevo pero tomó fuerza en la pandemia y que consiste básicamente en recuperar el contacto con la naturaleza, cada día.
Entre otras cosas, propone:
* Leer o estudiar al aire libre.
* Pasar un rato por día en zonas donde haya verde (plaza, parque, jardín)
* Abrazar un árbol (una práctica que tiene miles de años y que busca aquietar la mente, mejorar la concentración y bajar los niveles de ansiedad gracias a las vibraciones que emiten los árboles ).
* Pasear un rato cerca del río o de algún sitio donde corra agua.
* Caminar media hora por día eligiendo lugares en los que se respire aire puro y se pueda hacer contacto con la naturaleza (aún en las grandes ciudades hay numerosos espacios verdes) tratando de estar plenamente en contacto con lo que nos ocurre en ese momento, dejando de lado las preocupaciones y la agenda diaria.
* Andar en bicicleta por calles con entornos donde haya plantas y árboles.
* Prescindir de los medios electrónicos todo el tiempo que sea posible.
* Para los que pueden hacerlo: practicar senderismo, programar una escapada de pocos días al campo o las montañas.