Mientras avanzan las reuniones en las que se definen las restricciones que anunciará este viernes, seguramente sobre el fin de la tarde, el gobernador Omar Perotti con la idea de achicar la circulación de personas y así intentar desacelerar la curva de contagios de coronavirus, empezaron a trascender las opciones que están sobre la mesa. Las restricciones serán por 14 días y comprenderán seguro al Gran Rosario, aunque no se descarta que se incluya otras ciudades. Habría matices entre cada región, de acuerdo a su situación epidemiológica.
Si bien el anuncio no será explícito en cuanto a que se trata de un retroceso de fase, sino que se hará un punteo por actividad sobre lo que se mantendrá en funcionamiento y lo que no, en los hechos habrá una especie de regreso a fase 2, lo que implica que la industria continuará trabajando pero habrá restricciones para el comercio, las gastronomía y las actividades recreativas y deportivas. Los expertos recomendaban fase 1, pero las autoridades evalúan que frenar la industria sería directamente insoportable para la economía. Por estas horas se evalúa si el gobernador anunciará también ayudas económicas para los sectores más afectados.
La idea es que las nuevas medidas tengan un plazo concreto: 14 días. En ese tiempo, los equipos sanitarios buscarán volver a su cauce una situación que se complicó con el aumento exponencial de contagios las últimas semanas: el seguimiento y el bloqueo de los casos, que tan bien funcionó en Rosario durante los primeros cuatro meses de la pandemia.
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Esa tarea, que una fuente sanitaria definió como “de estilo soviético”, perdió efectividad por el cuello de botella que produjo la ola de casos masivos en el sistema de testeos. Las demoras en esa respuesta se convirtió en un factor que le dio oxígeno a la circulación comunitaria del virus, hoy la principal fuente de contagios en la región.
La apuesta es que un retroceso de fase de la cuarentena _será a la 2 con matices_ por dos semanas oxigene esa tarea en particular y a los equipos de salud en general, para volver a poner la situación bajo control.
Así las cosas, lo que se analiza en la mesa que integran Perotti, el ministro de Salud de la Nación Ginés González García, la ministra provincial Sonia Martorano, Javkin y los expertos es sostener la industria en funcionamiento, y cerrarán el comercio y la gastronomía _probablemente para ambos casos se permitirá que funcione el take away y los envíos. Además, se mantendrá la prohibición de las reuniones sociales y se limitará las actividades deportivas y recreativas: solo se permitirían las caminatas recreativas a 500 metros del domicilio.
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Como en abril, se permitirá el funcionamiento de los negocios de proximidad, de ventas de alimentos y farmacias y la circulación de trabajadores esenciales. La idea es reducir a un 25 por ciento de lo habitual la circulación.
La administración pública funcionará solo para los trámites imprescindibles. La Universidad Nacional de Rosario, por caso, ya anunció que limita las actividades presenciales por 14 días, aunque se mantiene en funcionamiento con las virtuales.
Se espera que haya protestas, por ejemplo del sector gastronomía, pero las fuentes consultadas fueron contundentes: “Con 800 casos por día no van a vender nada. Tenemos que tomar una medida dura para no prolongar agonía y que termine todo mal”.