Ochenta personas en círculo a los pies del Monumento a la Bandera. Una meditación. Esa era la imagen de las 13, en el mismo lugar en el que para dos horas después "Médicos por la verdad" había convocado a una movilización anticuarentena. Las imágenes de la meditación se transmitieron por televisión y la policía fue a dispersar el grupo.
La intención de la ceremonia era meditar e invocar a deidaes para que “la energía se disperse y se abra un portal que ilumine el mundo”, según contó una mujer que se encontraba entre los asistentes.
La meditación fue organizada por un grupo llamado “Aliados de la Gloria. “Aliados” es una agrupación también creada por Mariano Arriaga, que es miembro fundante de “Médicos por la verdad”.
Una de las personas que participó de la actividad explicó, de todos modos, que su presencia tenía que ver justamente con la meditación y que no pretendía manifestarse contra la cuarentena, "más allá de si los demás creen o no en lo que plantea Mariano Arriaga".
A primera hora de la tarde, quienes estaban en el Monumento no eran solo de Rosario: había personas oriundas de las provincias de Córdoba, Santiago del Estero; Buenos Aires y también de la ciudad de Buenos Aires.
A las 13.30 y enterados de la situación por la prensa llegaron al lugar unos 100 efectivos policiales, encabezados por la jefa provincial Emilce Chimenti, quien intentó disuadir a las personas allí reunidas de distintas maneras para lograr que se dispersaran o bien se pusieran el barbijo. Lo mismo intentaron hacer agentes de la Guardia Urbana Municipal.
Integrantes del grupo inicial que meditaba explicaron que la idea era lograr “una canalización de energía que se hace todos los meses, ya se hizo en noviembre. No tiene nada que ver con la pandemia. Igual no creemos en el uso del barbijo, pero si en la energía. Es necesario anclar la energía”, explicó Carolina.
Ludmila, quien llegó al lugar para meditar, explicó a La Capital que fue al Monumento convocada por redes sociales. “Yo tuve un problema de salud y con esto salí adelante. No podrían entenderlo quienes no se contactan, quien no se reconcilie consigo mismo. No hay una organización que comande esto, es una cuestión de libertad y de creer en otras cosas. Por ejemplo yo me contacto con alguien que me cuenta de esto y de ahí nos vamos comunicando y así, por medio de las redes llegué acá. Somos gente libre”. Ludmila ronda los 30 años y estaba descalza mientras iba de un lado a otro por el parque.
Más tarde llegaron al lugar los manifestantes que sí, claramente, querían expresar su disgusto por las últimas medidas restrictivas dispuestas por el gobierno nacional ante el avance de la segunda ola de coronavirus.