Empieza a delinearse en Santa Fe la compleja tarea de aplicar la vacuna contra el covid-19. Este viernes habrá una reunión clave entre los ministerios de salud de las provincias y el gobierno nacional, para debatir y definir una serie de puntos claves como el transporte y refrigeración de las dosis, sin dudas un obstáculo a sortear al igual que la necesidad de aumentar la cantidad de vacunatorios. En principio, a Santa Fe no llegaría la vacuna de Pfizer/BioNtech. Apuntan a la Sputnik V y a la de Oxford/AstraZéneca.
Contrarreloj. Así trabajan los ministerios de Salud de todas las provincias argentinas para encaminar el proceso de distribución y aplicación de las vacunas. Al conocerse que el Reino Unido ya aprobó la que desarrolla Pfizer/BioNtech la esperanza de empezar a poner un freno a la pandemia empezó a tomar forma y los tiempos se aceleraron. Sin embargo, por las características de refrigeración que precisa, 70 grados bajo cero, es la más complicada para que llegue al interior del país. Por eso Santa Fe apunta a la Sputnik V (Rusia) y a la de Oxford/AstraZéneca para cumplir con la posibilidad de iniciar la mega campaña en enero "como pronto", según las últimas declaraciones de Sonia Martorano, a cargo de la cartera de Salud provincial.
Lo cierto es que nadie puede arriesgar aún una fecha por la complejidad del proceso: no sólo que no hay certezas de cuándo van a llegar las dosis (los expertos en vacunas suelen decir que no se puede prometer fecha hasta que no llegan al centro de distribución local), tampoco se sabe cómo serán enviadas y preservadas en los vacunatorios.
En Rosario, mientras tantos, esperan las directivas nacionales y provinciales, con dos temas importantes a resolver: la necesidad de incrementar al doble o triple los centros de vacunación para dar respuestas a todos los grupos de riesgo, que serán los primeros en recibirla, y cómo manejarse para sostener la cadena de frío de miles y miles dosis en lo que se espera será la campaña de vacunación más grande hasta el momento.
Respecto de los primeros que van a recibir la vacuna en el país, ya se sabe que será el personal de salud, personas mayores de 60 años y personas de 18 a 59 años con enfermedades pre-existentes.
A la escuela sin vacunas
Un dato relevante es que los chicos comenzarán el año lectivo 2021 sin vacunas ya que ninguna de las que se están investigando en el mundo fueron probadas en menores. Sólo Pfizer anunció hace menos de dos semanas que comenzó los estudios en los grupos que tienen entre 12 y 17 años por lo que las conclusiones de la eficacia en este grupo etario estarán recién dentro de varios meses.
Esto complica particularmente a los niños, niñas y adolescentes menores de 18 con comorbilidades (diabetes, problemas respiratorios, problemas inmunológicos, cardiovasculares, trasplantados) que seguramente deberán aguardar más para retomar actividades en la nueva normalidad.
Los infectólogos con los que habló La Capital recomendaron que los chicos con problemas de salud previos y por lo tanto más sensibles a complicaciones por el covid no regresen a las aulas hasta que no esté la vacuna, aunque cada grupo familiar deberá charlar este tema con el médico de cabecera. Los docentes, por otra parte, ¿serán incluidos entre los grupos de riesgo? Es una de las cuestiones a resolver y es un tema que puede generar aún más tensiones entre los gremios y el ministerio de Educación.
La fecha del inicio del operativo de vacunación sigue siendo la gran incógnita. Martorano habló de enero "como pronto" para iniciar la campaña con la Sputnik V. La de Oxford/Astrazéneca está más demorada, según lo reconoció en las últimas horas el ministro de Salud Ginés González García, quien por otro lado declaró ayer: "La vacuna no resuelve el problema. La vacuna es fundamental para ir resolviéndolo, pero mientras tanto, y aun teniendo la vacuna, debemos mantener las medidas de cuidado".