La ministra de Educación, Adriana Cantero, aseguró que con la decisión de la provincia de suspender las clases virtuales mientras dure el confinamiento dispuesto por el gobierno nacional “no hay discontinuidad del trabajo escolar”, porque los alumnos seguirán realizando tareas en casa con los materiales impresos que le han dado sus docentes
Asimismo, ratificó que con la adhesión al DNU del presidente Alberto Feández la provincia está “contribuyendo a disminuir la circulación de la población porque está en juego la vida, la posibilidad de que nuestros chicos, nuestros maestros se enfermen”, y enfatizó: “Es una contribución más del sistema educativo a la salud de la población en la pandemia”.
La decisión de suspender las clases virtuales tanto en las escuelas públicas como privadas causó la indignación y se organisó un cacerolazo para manifestar el enojo. “¿El virus se transmite por internet?”, preguntaron algunos padres y ortros aputaron: “Suspender las clases virtuales lamentablemente no cambia la situación epidemiológica”.
Amsafé Rosario, el gremio que nuclea a los docentes públicos rosarinos, rechazó la suspensión de las clases que dispuso el gobierno de la provincia de Santa Fe para el miércoles, jueves y viernes de la semana próxima, tanto para la modalidad presencial como virtual. Nunca pedimos que se pierda el contacto virtual, nos tomó por sorpresa y no tenemos muchas precisiones", aclaró el sindicato.
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La ministra de Educación, Adriana Cantero: "El sistema educativo no es un menú a la carta".
Cantero le salió al cruce a las críticas por la suspensión de las clases virtuales. “Con respecto a la actividad escolar y al enojo de los padres, quiero decir que muchas veces hay enojos de otro estilo y se procesan en la escuela, porque la escuela sigue siendo el único lugar público que todavía articula la vida de muchas personas”, señaló la funcionaria provincial.
"Para el cambo de autoridades está el voto"
“Hay que despejar y preguntarse realmente qué enojo puedo tener con la escuela y qué otros enojos pueden tener que ver con otras cosas y no se los puedo cobrar a la escuela”, señaló la titular de la cartera educativa a Radio 2, y, a los padres que piden su renuncia, les dijo: “Para el cambio de las autoridades está el voto en un sistema democrático que tenemos que aprender a fortalecer”.
Además, insistió con que las medidas que se tomaron con respecto a las clases buscan frenar la circulación que genera la escuela y con respecto a la virtualidad señaló: ”Nadie les ha prohibido a los maestros comunicarse con los alumnos. Hay mucho trabajo en la escuela y lo estamos sosteniendo desde la casa. No hay discontinuidad del trabajo escolar”.
No obstante, reconoció que, ante la andanada de reclamos contra la decisión de suspender las clases virtuales, es “muy difícil” llevar tranquilidad porque “los reclamos son variados y contradictorios, unos quieren una cosa y otros quieren otra cosa, y uno tiene que sostener un sistema lo más articulado posible y que es un sistema reglado, que tiene que tomar decisiones sobre la universalidad”.
"No se juega la Revolución de Mayo"
“Más en este tiempo donde cada uno toma las cosas desde su perspectiva individual y cuesta mucho trabajo la posibilidad de la mirada de lo colectivo”, insistió la titular de la cartera educativa, y agregó: “Es muy difícil porque este sistema nació y se vertebró alrededor de la presencialidad, una presencialidad que la pandemia ha puesto en jaque y que hemos tratado de construir con otros formatos y otros modos para tratar de sostener esa vincularidad que consideramos demasiado importante para la educación de niños y adolescentes como para no poder planificar alguna instancia donde esa presencialidad se de”.
“Aún así empezamos este año con un modelo de presencialidad que estaba funcionando muy bien, con los protocolos escolares que han funcionado muy bien, pero estamos atravesando en este momento la situación más crítica de la pandemia, donde el requerimiento de todos es disminuir al máximo la circulación de personas y eso vuelve a poner en pausa esta posibilidad de sostener esa presencialidad cuidada que veníamos haciendo”.
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Finalmente, afirmó: “Uno tiene que hacer el esfuerzo en una sociedad tan individualista de mirar un poquito más algo de lo colectivo, la escuela sigue siendo un lugar de articulación de lo colectivo, en los tres días de la semana que viene no se juegan más que las tareas de tres días de trabajo en la distancia, no se está jugando la Revolución de Mayo”.