El presidente Alberto Fernández sostuvo este sábado que “el odio nos está llevando al peor de los mundos” y cuestionó a los sectores opositores que, en plena pandemia de coronavirus, hacen un “debate político” y “judicializan” sus medidas para enfrentar a la segunda ola de contagios que atraviesa el país.
“El odio es algo muy perverso; el odio nos está llevando al peor de los mundos”, remarcó este sábado el jefe de Estado en una entrevista con radio Diez, tras recordar unas declaraciones del exmandatario uruguayo, José Mujica, quien hace unos días dijo que: “Los argentinos están enfermos de odio”.
En tanto, Fernández llamó a la reflexión sobre el comportamiento de la oposición al destacar que “los mismos que me denunciaron por envenenar a la gente” al firmar acuerdos con el gobierno de Rusia para comprar la vacuna Sputnik V el año pasado, “ahora dicen que nunca dijeron eso”, en referencia a la presentación judicial hecha por la exdiputada Elisa Carrió.
Y continuó su crítica a la oposición al señalar que “algunos prefieren asustar a la gente y hasta celebran cuando no llegan vacunas, algo que no solo le ocurre a la Argentina sino al mundo”.
“No podemos convertir esto en un debate de política y mucho menos judicializar una decisión de esta naturaleza. Hay gente cada vez más joven en las terapias intensivas”, sentenció en referencia a la decisión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de judicializar la decisión del Gobierno nacional de suspender la presencialidad en las escuelas del AMBA por 15 días, hasta el próximo viernes 30.
Cafiero, también duro con la oposición
En el mismo sentido, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sostuvo que los ciudadanos les piden a los dirigentes políticos“ que ”cuidemos la vida“ y ”no que pensemos en la próxima elección“, tras cuestionar la existencia de un sector que por temas electorales ”termina boicoteando“ las acciones de gobierno contra la pandemia.
“A los dirigentes políticos no nos están pidiendo que pensemos en la próxima elección, sino que la ciudadanía nos exige que cuidemos la vida, que es lo más importante que tenemos”, dijo Cafiero en un comunicado de prensa.
https://twitter.com/SantiCafiero/status/1385669735069671426
En este sentido, aclaró que “se habla de peleas políticas” cuando “lo que hay es un gobierno federal que diseña y lleva a cabo políticas de salud pública para todos los argentinos y argentinas mientras otro sector termina boicoteando las medidas al priorizar cuestiones electorales”.
Por este motivo, el funcionario aclaró que “no hay pelea política, el presidente ha estado abierto al diálogo de forma constante” y destacó que “el Presidente y todo nuestro Gabinete está enfocado en cuidar todos los aspectos: desde la vida a la economía, desde la salud a la educación”.
En este sentido, enumeró que “el gobierno nacional ya distribuyó 8,7 millones de vacunas en todo el país y más de 6 millones de personas ya han recibido al menos una dosis, según consta en el Monitor Público de Vacunación”.
“La gestión de la vacuna no es sencilla, pero el presidente ha encabezado las negociaciones para que las vacunas lleguen. Nuestra preocupación central es conseguir vacunas y proteger la salud de nuestra población”, sumó el funcionario.
Y agregó: “No podemos perder el tiempo y la energía en disputas políticas mientras hay una pandemia que configura la mayor crisis sanitaria global en 100 años”.
Más allá de los cuestionamientos a la oposición, el gobierno nacional monitorea el aumento de casos de coronavirus tras las marcas récord de contagios y fallecimientos, y entra a la segunda semana de restricciones con el foco en la tensión del sistema de salud, en especial de la Ciudad donde, según afirmó hoy el presidente Fernández, “las personas que se enferman deambulan buscando cama y terminan atendidos en el Gran Buenos Aires”.
En el comienzo de la segunda semana de restricciones, el Gobierno Nacional presentará este lunes ante la Corte Suprema de Justicia las pruebas que llevaron al Presidente a firmar días atrás el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el que se dispuso que se suspendiera la presencialidad en las escuelas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por un período de 15 días.