La Justicia neuquina condenó ayer a prisión perpetua al ex cabo de la policía provincial José Darío Poblete como autor material del crimen del docente Carlos Fuentealba y lo inhabilitó de por vida para ejercer funciones de seguridad.
La Justicia neuquina condenó ayer a prisión perpetua al ex cabo de la policía provincial José Darío Poblete como autor material del crimen del docente Carlos Fuentealba y lo inhabilitó de por vida para ejercer funciones de seguridad.
El fallo de la Cámara del Crimen Nº1 fue celebrado con aplausos por los familiares, amigos y colegas del docente asesinado el 5 de abril de 2007, quienes en medio de una jornada de paro dispuesta por el gremio de educadores Atén marcharon por el centro de Neuquén.
En forma unánime, los jueces consideraron a Poblete responsable del delito de "homicidio calificado con alevosía" y le aplicaron la condena de prisión perpetua que reclamaron días atrás en sus alegatos la Fiscalía y la querella.
Poblete escuchó la lectura de la sentencia que demandó casi tres horas, en silencio, vestido con traje y corbata, tras lo cual fue retirado esposado y con custodia policial. Algunos docentes lo insultaron cuando se retiraba, pero mayoritariamente aplaudieron al tribunal que impuso la condena.
Sandra Rodríguez, esposa de Fuentealba y también docente, recordó que su esposo le dio "las herramientas para luchar" y dijo que, más allá de la condena a Poblete, "hubo un autor oculto, que fue el ex gobernador Jorge Sobisch, y no lo perdonamos".
El gremio Atén y Rodríguez reclaman que en un segundo proceso la Justicia identifique a los responsables políticos del crimen, porque consideran que las órdenes emanadas del gobierno llevaron al ex policía a disparar contra el docente.
En ese marco, Rodríguez dijo: "Es responsabilidad de todos nosotros que juzguen a (el ex secretario de Seguridad, Raúl) Pascuarelli, a (los ex jefes policiales, Carlos) Zalazar y (Moisés) Soto, y a Jorge Sobisch".
El fallo condenó a Poblete por "homicidio calificado con dolo directo", porque indicaron que no le dio al docente "la oportunidad de realizar la más elemental de las defensas: escapar; protegerse, correr".
"El imputado aprovechó esa indefensión para atacarlo", manifestaron los jueces, y destacaron que el ex policía actuó con "voluntad y conocimiento", porque "sabía lo que iba a ocurrir" al disparar su arma lanzagases contra el automóvil.
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