...Y River también
Como previsible fue lo de San Lorenzo ante Caracas, previsible fue lo de River Plate frente a
Universidad San Martín de Porres. Lo goleó sin dejar lugar a dudas y clasificó a los octavos de
final de la Copa Libertadores sin ponerse nervioso. En todo caso, la inquietud se generó en las
fechas previas, donde ya se intuía que no pasaría sino hasta la última fecha.
18 de abril 2008 · 01:00hs
Como previsible fue lo de San Lorenzo ante Caracas, previsible fue lo de River
Plate frente a Universidad San Martín de Porres. Lo goleó sin dejar lugar a dudas y clasificó a los
octavos de final de la Copa Libertadores sin ponerse nervioso. En todo caso, la inquietud se generó
en las fechas previas, donde ya se intuía que no pasaría sino hasta la última fecha. Pero al equipo
de Diego Simeone le sobró jerarquía ante su timorato rival para no llegar al sobresalto.
Fue baile, paliza, que incluso no se tradujo en el resultado. El 5 a 0 le quedó
demasiado corto al desarrollo del partido y rápidamente la emoción por la definición del Grupo 5
pasó a Chile, donde Universidad Católica venció a América de México por 2 a 0 (53' Mendel y 90' D.
Bottinelli), pero le faltó un gol para desbancarlo, el que pudo conseguir en el minuto 94, pero el
arquero Ochoa se lo sacó a Da Silva tras un cabezazo en un córner.
Precisamente, ese resultado del otro lado de la cordillera le vino bien a River,
que de esta manera clasificó primero de grupo y se ubicó segundo en la general. Esa posición es
importante por la cuestión de la localía y, de acuerdo a los partidos que faltan, los millonarios
sólo podrían descender al cuarto lugar en caso de triunfos de Atlas y Flamengo en la fecha
final.
Es más, ahora habrá que esperar cómo se acomodan los otros lugares, porque hasta
cabe la posibilidad de que River y Boca se enfrenten en octavos de final, pero no se sabrá hasta la
semana próxima. Esa situación se daría sólo si los xeneizes quedan segundos, algo muy posible.
Del partido de anoche quedó muy poco para remarcar. El novato equipo peruano
contaba con chances de pasar de ronda, para lo cual debía ganar por tres goles de diferencia, pero
no hizo nada para apuntalar esa posibilidad matemática. Un poco por su propia inexperiencia y
limitación, y mucho porque River fue arrollador. El recuerdo de la eliminación de la última Copa,
también en el Monumental y en la última fecha ante el débil Caracas, fue suficiente estímulo para
achicar rápidamente el margen de nervios. Y así fue.
Primero Abreu empalmó un centro de Alexis Sánchez. Luego Falcao mostró toda su
jerarquía al tocar de taco a la red una asistencia de Ferrari y así se fue el primer tiempo. Apenas
empezó el segundo, nuevamente el goleador Abreu estiró la cuenta (en posición adelantada) de
cabeza, y en el final vinieron las dos yapas: primero Ríos la empujó tranquilo tras otro pase-gol
de Ferrari y en el último instante Abreu pondría el quinto de puntín, luego de un pase de
Buonanotte.
Pese a tener la clasificación asegurada desde muy temprano, el equipo de Simeone
no se privó de llenarle la canasta a su rival y no cuidó piernas para jugar el domingo ante
Central. Hoy goza en los dos frentes y está bien.