Buenos Aires.- Con sufrimiento y más de un susto, Racing celebró hoy como un
título su permanencia en primera división, tras ganarle a Belgrano de Córdoba por 1-0 el partido
decisivo de la Promoción.
Maximiliano Moralez marcó el único gol a los 10 minutos y si bien fue el reaseguro para
darle tranquilidad a su equipo, Belgrano tuvo en su falta de definición el argumento de la derrota
porque, sobre todo en el segundo tiempo, tuvo un par de chances insólitamente claras que
desperdició.
Moralez por lo hecho en el primer tiempo y Matías Sánchez, por su recuperación y despliegue
fueron los mejores hombres de Racing, en tanto que el delantero Matías Gigli fue el jugador que más
sufrió la Academia.
Racing de un aceptable primer tiempo, fue mucho menos en el segundo y mucho menos que lo que
mostró una semana atrás en Córdoba pese a haber empatado 1-1.
Belgrano fue acumulando delanteros, pero solo Gigli se notó claramente en cancha, con un par
de aportes de Suárez en el segundo, aunque en gran parte por fallas en la defensa racinguista.
Cambiante fue el primer tiempo, porque Racing tuvo momentos de dominio en campo y pelota
pero fallas en la defensa, sobre todo ante los pelotazos largos para Lucas Gigli aceleraron los
corazones de miles de racinguistas.
Gigli fue el hombre al que apostó Belgrano para el ataque, ante la necesidad de una victoria
para subirse a primera y lo tuvo a los 9 con un mano a mano ante Martínez Gullotta pero el disparo
se fue desviado por pocos centímetros.
El desperdicio de la oportunidad la pagó caro el conjunto cordobés, porque un minuto
después, Matías Sánchez, lo mejor de Racing en la parte inicial, inició una jugada en tres cuartos
de cancha, Moralez avanzó con pared con Sava, la pelota volvió a Maxi que convirtió cruzando la
pelota al segundo palo.
Locura en las tribunas que llenaron el Cilindro como hace mucho no se veía.
Pero volvieron las carencias en el fondo, y un cabezazo fuerte y abajo de Marcelo Berza
impidió el control de Martínez Gullotta y Gigli no le pudo pegar claro, tras lo cual el arquero
volvió a recuperarla.
En una mala salida de la defensa de Belgrano le dejó el segundo al paraguayo Roberto Bonet
pero el volante se encegueció y pateó al cuerpo del arquero Olave.
Luego tuvo otra Bonet -mejor en la recuperación que en el ataque- que buscó tirar un centro
y la pelota se fue junto a un ángulo del arco de Olave.
En el descuento del primer tiempo Belgrano tuvo la más clara, con un cabezazo de Gigli que
dio en el travesaño, picó a centímetros de la línea, Berza le pegó forzado y se fue por la línea de
fondo, poniendo fin a un primer tiempo que Racing terminó con susto, como en casi todo el
campeonato.
En el segundo asomó Racing con un cabezazo tempranero de Sava que Olave sacó al corner.
En medio de la vorágine y con dos equipos jugando más con el alma que con el cerebro y las
piernas, Belgrano tuvo al menos dos veces muy cerca de convertir.
A los 11 Mercado se equivocó feo en el borde del área grande y Suárez metió el centro bajo
para Gigli pero su remate apenas se fue desviado.
La más clara fue una jugada que se convirtió en una sinfonía de errores entre la defensa de
Racing y quien debía ser el definidor de Belgrano.
Un pase largo frontal pasó entre Marcos Cáceres y una salida grotesca de Martínez Gullotta,
dejando solo a Claudio Bustos con el arco a su disposición, pero le erró dos veces a la pelota, que
se fue de la cancha dando piques.
Así como la mala suerte envolvió a Racing en los últimos minutos de varios de los partidos
del torneo Clausura, esta vez la Academia tuvo esa cuota a favor.
Los sustos pasaron y el silbatazo final del árbitro Sergio Pezzotta largó el desahogo,
llanto y cánticos, dentro del campo y en las tribunas.