Volvió, pero ¿se va?

Santiago Salcedo llegó a Rosario el jueves y ayer apareció por Bella Vista después de cuatro días de ausencia en los que se tejieron varias conjeturas. Claro, el paraguayo tiene puesto el cartelito de "vendible", Newell's lo habría tasado en nueve millones de dólares cuando lo vino a buscar River Plate y todos los ojos están puestos en él, además porque el club necesita el dinero para hacer frente a sus gastos. Y pese a que ayer no se produjeron avances, sigue en pie el interés millonario y otros posibles destinos, del Viejo Continente y de Asia.

Pese a que la cotización de Salcedo fue muy alta, River no da por perdida la pelea y estaría dispuesto a pagar 5 millones de dólares más la cesión de futbolistas que interesen a Caruso, como Cristian Nasuti.

Igual, la chance de que el defensor intervenga en la operación sólo se daría si Nicolás Spolli es vendido a España, ya que el presidente Eduardo López se habría contactado con dirigentes de un club de ese país, concretamente Betis.

Pero hasta ayer no hubo definiciones en ninguno de los dos casos e inclusive por Salcedo terciaría el interés de un club extranjero que pondría menos objeciones al monto pedido por Newell's.

En tanto, Salcedo dijo que tenía un permiso para demorar su regreso a Rosario y manifestó estar tranquilo a la espera de lo que puede depararle el futuro. "Todo jugador quiere jugar en una institución como River pero como siempre dije, sólo se dará si la oferta es buena para mí y para el club. Acá en Newell's estoy muy cómodo", manifestó el paraguayo.

Claro que la procesión debe ir por dentro en el goleador rojinegro, ya que una tasación de 9 millones de dólares no es para cualquier jugador ni para el mercado interno. Y así como Salcedo dijo sentirse "orgulloso" de esa cifra, también intuye sus inconvenientes porque "para un mercado de Sudámerica es una cifra importante. Pero ojalá las cosas lleguen a buen puerto".

Sa-Sá en todo momento se desligó de las negociaciones que lleva adelante su representante Pedro Aldave, pero es conciente de que, en caso de quedarse, su contrato debe ser mejorado para que esté más ligado a esa oferta. "Veremos qué pasa. No se habló pero si me quedo seguramente lo conversaremos".