Los Caranchos quiere recuperar sus raíces y ese ADN de equipo complicado y áspero. Y da pelea en la Reclasificación
Por Pablo Mihal
Los Caranchos quiere recuperar sus raíces y ese ADN de equipo complicado y áspero. Y da pelea en la Reclasificación
Los Caranchos, que hoy por hoy pelea en la zona Reclasificación del Torneo Regional del Litoral, está en un proceso de cambio. Está volviendo a sus raíces para intentar ser ese conjunto complicado, áspero, difícil de enfrentar. Quiere volver a ser la famosa Furia Blanca, ese equipo que le dio muchos dolores de cabeza a varios de los grandes pero que fue perdiendo fuerza con los años. Este año la conducción del primer equipo está a cargo de Norberto Tempesta, quien está acompañado por Rubén Martín, Leonardo Martínez y Juan José Mazzucco, todos hombres del club.
"Cuando nos juntamos lo primero que nos propusimos fue volver a ser la Furia Blanca y creo que el cambio más importante que estamos teniendo es de cabeza, de actitud. Creo que no lográs que te vean o te piensen así, si no sos un equipo entrenado, agresivo y muy duro", destacó Tempesta en el inicio de la charla.
"Son los mismos jugadores, pero buscamos darle fortaleza mental y una identidad. La parte psicológica es fundamental y más en este deporte. Y de ahí partimos para intentar dar lo mejor. No nos sobra nada y estamos haciendo un esfuerzo muy grande", completó el head coach.
"Para eso hay que trabajar con humildad y la entrega no se negocia", dijo Rubén Martín a su turno. "De a poco se está haciendo un círculo virtuoso y empezaron a aparecer gestos que antes no había. Detalles que van marcando que este es el camino. Buscamos que el grupo humano se haga fuerte. En cuanto al juego, disminuir el error y pulir lo mejor que tenemos, siempre yendo para adelante", completó el Oso, como lo conocen a Martín en el ambiente de la ovalada.
"No le vamos a exigir subir a primera, eso sería un error, pero queremos que den lo mejor que tienen. Si los presionás con el título y después perdés dos partidos seguidos y se esfuma el objetivo, no hay inflador anímico que sirva", explicó luego Leonardo Martínez.
¿Cómo hacen para mantener el grupo motivado en esa pelea?
El objetivo es llegar a la última fecha del campeonato con posibilidades matemáticas de ascender. Creo que así le sacamos esa presión por salir campeón. Nosotros no hablamos de ascender, pero si llegás a la última fecha con chances, es obvio que lo vamos a querer ganar. Eso posiciona al equipo en el pelotón de arriba, sin tener que estar mirando siempre si estás primero.
¿No ascender sería un fracaso?
No. Si después, a fin de año, el equipo no logra ascender quedaríamos conformes igual, porque este proceso recién empieza y va a llevar un tiempo acomodarlos. Estamos trabajando, preparando el equipo de la mejor manera, porque para jugar arriba necesitás un plantel amplio para aguantar tantas fechas a matar o morir. Hoy por hoy nuestra primera división tiene solamente 25 jugadores.
¿La idea es incrementar esa base?
El año pasado los chicos padecieron mucho el hecho de jugar en tres planteles, llegaron a jugar con los justo. Por eso cuando nos hicimos cargo lo primero que buscamos fue ampliar el plantel. Y si bien al principio entrenábamos todos juntos, la idea era que los planteles estén definidos, como lo están ahora. Ampliar el plantel de primera es muy complejo. Por eso creo que en el nivel que tenemos nosotros, la diferencia con los otros equipos está en quien motiva mejor a los jugadores de reserva, porque el de primera se motiva solo.
¿Dónde está puesto el objetivo?
En poner en cancha un equipo competitivo porque nosotros, mentalmente, no lo éramos. No era un equipo al que respetaban y queremos que a la camiseta blanca se la respete y que los chicos entiendan y sepan eso. Queremos volver a tener la identidad que tenía Los Caranchos, reencontrarnos con nuestro ADN. Queremos forwards batalladores, protagonistas.
¿Y en el juego qué rasgos buscan destacar?
Creo que la defensa y la agresividad bien entendida son fundamentales. El rugby es un deporte de lucha y si vos perdés en los puntos de contacto no podés sacar el partido adelante. Por eso creo que es fundamental ganar en el uno contra uno. Buscamos tener un equipo duro. En lo que va del año los chicos van entendiendo que hay que centralizar bien el juego, el dónde y cuando, y el rol de cada uno en el partido y en el juego. Hemos cambiado algunos jugadores de puestos y roles y también cambiamos en el sistema de juego, estamos un poco más austeros.
¿Qué análisis hacen del torneo?
A mí me gusta. No tenés ventaja deportiva, son partidos de ida y vuelta. Las cosas equitativas a mí me gustan mucho. En cuanto a nuestro trabajo, vamos partido a partido. El nivel de los equipos es muy parejo, en técnica, en virtudes y defectos. La mayoría tiene los mismos problemas que nosotros, lesiones, poca cantidad de jugadores. Estamos todas en la misma. Por eso quien hace mejor las cosas lo cosecha con los resultados y desde la victoria se trabaja más tranquilo, por más que suene a frase hecha.