Se mudó hace poco. Pero hoy pisará de nuevo lo que fue su casa durante varias temporadas. Víctor Salazar jugará esta tarde en el Gigante de Arroyito. Los hinchas podrán ver nuevamente al lateral derecho en acción. Es que el Tucumano estará parado del otro lado de la vereda luciendo la camiseta de San Lorenzo. Para el defensor no se tratará de un encuentro más en su carrera deportiva. Deberá impedir los embates de Pachi Carrizo esencialmente y además lidiar con los sentimientos encontrados que le generará volver al pago que lo recibió de pichón y luego lanzó al profesionalismo.
Salazar se pasó gran parte de su vida defendiendo los colores auriazules. Dejó su Tucumán natal cuando tenía 15 años para mudarse a la cantera canalla. De hecho, se erigió oficialmente en jugador del club cuando firmó en la Asociación Rosarina aquel el 26 de marzo de 2009.
A partir de entonces comenzó a cimentar su sueño en las diversas divisionales hasta que llegó el turno de mostrarse en reserva. El lateral disputó 150 encuentros antes de debutar en la primera A de la mano de Miguel Angel Russo, quien siempre tenía en cuenta a los pibes y además los potenciaba.
Claro que el día soñado llegó el 27 de noviembre de 2014 en Bahía Blanca, el día que Central empató ante Olimpo en un gol. En su primera presentación en el fútbol grande dejó una grata sorpresa. Y de ahí se fue afianzando y consolidando como uno de los laterales derechos más filosos del fútbol nacional.
En medio de grandes batallas ganadas, de festejar de un clásico y haber empatado dos, también tuvo algunos sinsabores. Como haber perdido las dos finales de la Copa Argentina a manos de Boca primero y de River después, ambas en Córdoba.
Su última función vestido de auriazul fue el 24 de junio pasado en suelo sanjuanino. Aquella tarde fue por última cita del torneo largo en el 1 a 1 ante San Martín. El Tucu fue de lo más flojito que mostró el equipo de Paolo Montero, además de haber sido amonestado. Luego llegó el receso. Ahí apareció el interés de algunos elencos nacionales.
Y fue San Lorenzo el que terminó contando con sus servicios a cambio de casi dos millones de dólares a pagar en algunas cuotas. Si bien Racing lo tenía en la mira, lo cierto es que el defensor fue quien optó por mudarse a territorio azulgrana, dejando a más de uno en Central con ganas de verlo instalado en Avellaneda.
El destino lo instala hoy de nuevo en Arroyito. San Lorenzo viene con un equipo muletto, ya que Diego Aguirre se guardó las mejores fichas para jugarse a pleno por la Copa Libertadores ante Lanús. Por eso el Tucumano aparece en acción, como lo hizo cuando debutó en Guayaquil con Emelec. A esto hay que agregarle ante Morón también fue titular el pasado 20 de agosto por los 16avos de la Copa Argentina. Pero contra Racing estuvo en el banco.
Aunque hoy tendrá la chance de mostrarse nuevamente. Justo en la cancha que aprendió a querer y ante ex compañeros que sigue teniendo contacto gracias a la tecnología. Sin dudas, para Víctor Salazar esta tarde será por demás de especial.