En Nurburgring, el alemán Sebastian Vettel dio ayer un paso más hacia su cuarto Mundial de Fórmula 1 consecutivo al vencer por primera vez en el Gran Premio de su país y aumentar la ventaja con sus perseguidores. El piloto de Red Bull dominó una apretadísima carrera de principio a fin y cruzó la meta por delante de los Lotus del finlandés Kimi Raikkonen, segundo, y del francés Romain Grosjean, tercero.
El español Fernando Alonso fue cuarto en el circuito de Nurburgring a bordo de su Ferrari, seguido por el británico Lewis Hamilton, que completó una carrera complicada después de partir desde la pole position.
El tricampeón del mundo tuvo pulso de hierro para dominar una apretadísima carrera, en la que siempre marcó el ritmo, de principio a fin.
“Por fin se dio. Estoy extremadamente feliz de haber ganado finalmente en Alemania”, dijo el piloto de Red Bull en el podio.
Vettel, que partió en el segundo lugar de la grilla de salida por detrás de Louis Hamilton, le arrebató al inglés el liderazgo de la carrera en la primera curva de una accidentada carrera, que obligó al ingreso del auto de seguridad.
Primero fue el brasileño Felipe Massa, quien abandonó por problemas en su Ferrari y luego, en boxes, una rueda del auto del australiano Mark Webber se soltó e impactó en la cabeza a un camarógrafo, que debió ser hospitalizado y está fuera de peligro.
A falta de pocos giros para el final de la prueba, el francés Jules Bianchi rompió el motor de su Marussia, que quedó sobre la pista incendiado, aunque sin daños para el piloto que salió a tiempo del habitáculo.
La salida del coche de seguridad en la vuelta 24 dio inicio a una carrera nueva, ya que Vettel perdió toda la ventaja que llevaba sobre sus perseguidores, pero igual el alemán se mantuvo sin titubeos ante el asedio de los Lotus.
La polémica se armó en torno a Grossjean, quien acató la orden de Lotus de dejar pasar a su compañero Raikkonen (pelea por el título) para que pueda iniciar la persecución de Vettel.
La próxima carrera se disputará el 28 de julio en Hungría.