Si supieran aquellos vecinos de zona norte que se reunieron un 21 de enero de 1931 que hoy el club que fundaron, Náutico Sportivo Avellaneda, ocupa la primera plana del vóley nacional desbordarían de alegría. Quizás sus propios nietos hoy sean los testigos privilegiados del sueño cumplido de sus abuelos. ¿Se imaginarían que, varios años después, el escudo de su querido azul y blanco estaría al lado del de Boca, River o San Lorenzo?
Ese anhelo de romper barreras cumplió un nuevo sueño con la llegada de Náutico a la élite del vóley argentino. El equipo femenino forma parte de la actual Liga Nacional como debutante absoluto (perdió ante Vélez, La Rioja y Boca, y hoy juega con Mupol) y el proyecto contempla que sea algo perdurable en el tiempo. “Lo de las chicas es un orgullo, una enorme satisfacción”, destacó Gabriela de los Ríos, presidenta de la subcomisión de vóley de Náutico. Y remarcó lo difícil de trabajar sin apoyo económico gubernamental: “Sabemos que estamos lejos de llegar desde lo económico a los otros clubes. Muchos cuentan con un apoyo provincial o de sponsors, nosotros hacemos todo a pulmón”. A pesar de este problema ya recurrente que tienen que sobrellevar muchos clubes de la ciudad, desde la institución ribereña se enfocan en el progreso y ya proyectan el 2022, en el que quieren sumar al equipo masculino de vóley a la Liga A2.
Más allá de lo estrictamente deportivo, ¿qué te genera a nivel sentimental que Náutico hoy esté en la liga de vóley más importante del país compitiendo contra instituciones como Boca, River o San Lorenzo?
Es un orgullo. Es algo por lo cual se pensó y se trabajó mucho desde la subcomisión para llegar acá. Lo veo como un logro personal. Y todavía me falta el equipo masculino, que es otro de los objetivos. Recién ahí va a estar la meta cumplida. Pero lo de las chicas es un orgullo, una enorme satisfacción.
Ya te pregunté por tus sensaciones personales, ahora te pregunto por el grupo, ¿cómo están afrontando las chicas semejante desafío?
A diferencia del resto, nosotros estamos formados por pocas profesionales pagas. La mayoría son del riñón del club. Si bien tuvimos algunas incorporaciones, hoy también se sienten parte del azul y blanco. Las chicas están bien, están aprendiendo, la meta era esa. Sabemos que estamos lejos de llegar desde lo económico a los otros clubes, es una realidad. Muchos cuentan con un apoyo provincial o de sponsors, nosotros hacemos todo a pulmón. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la competencia de la que venimos en Rosario es bastante baja y ahora nos encontramos con un nivel muy diferente. Entonces hay que aprender a pararse acá. Esto no es de un día para el otro o de un partido para el otro. Ya estamos enfocados en el 2022, tenemos proyectos para seguir compitiendo a nivel nacional, porque el torneo local no te permite llegar a esta altura.
¿Cómo se hace para llevar adelante un proyecto tan importante como el que están encarando en medio de un clima tan hostil como es la pandemia?
Como se puede. No nos corremos del camino que nos marcan tanto el Ministerio de Salud como el gobierno provincial. Sé que algunos han tomado un desvío como para sacar alguna ventaja, pero nosotros no tenemos esa intención. Por suerte, hoy el plantel ya trabaja a doble turno, con todos los protocolos sanitarios, pero ya podemos tener un buen desarrollo en los entrenamientos.
En Rosario cuesta mucho sostener más de una temporada a un equipo en una liga tan competitiva. Quizás el que más duró en el alto nivel fue Rosario Sonder, de 2004 hasta 2010, pero que previamente se tuvo que fusionar con Scholem de Buenos Aires para tener más financiamiento. ¿Cuál es la idea que tienen para lograr una estabilidad a corto y largo plazo?
Como directiva del club, te puedo decir que esta comisión tiene la mirada en poner al deporte un poco más alto de lo que históricamente estuvo Náutico. Hoy estamos pensando en una Liga Nacional de vóley, un Federativo Nacional de básquet, competencias nacionales de natación, de canotaje, apostamos a eso. La inversión va para el deporte, para seguir creciendo. Acá hay mucha proyección, muchos chicos que tienen que crecer y terminar su desarrollo emocional y deportivo. En lo que respecta al vóley, la mirada está puesta en ambos equipos: masculino y femenino. Con las chicas ya estamos y con los varones quizás apuntemos a jugar la Liga A2 (segunda división nacional).
La pandemia obligó a muchos clubes a bajarse de la liga pero permitió que haya debutantes, entre ellos Náutico.
Sí, sobre todo a los clubes del interior que tienen más acotadas las posibilidades por diversos motivos. Las distancias, la posibilidad de incorporar jugadoras, porque hay clubes que solo apuestan a reforzarse. Acá tenemos nenas dentro del vóley desde los 4 años y apostamos a una formación sostenida. Nos gusta que nuestras chicas digan “yo quiero llegar ya”, y llegar ya es estar en la liga. La pandemia hoy nos permitió estar acá por el cupo. Sabíamos que se iba a hacer complicado por un montón de cuestiones. No contamos con apoyo municipal ni provincial como otros clubes. Es indispensable apoyar al deporte, por lo social, porque tiene que ver con el desarrollo de los chicos, de sacarlos de la calle. Nosotros no tenemos esa suerte de que nos apoyen, ojalá en algún momento llegue.
Desde el municipio hubo un apoyo a Club Rosario hace dos años pero quedó todo ahí. Por más que haya un compromiso económico, si no se sostiene en el tiempo no puede haber un progreso deportivo.
Duele bastante que, siendo el único club de la ciudad que compite a este nivel, nadie se nos haya acercado. A lo mejor están esperando ver cómo se desarrolla la competencia. No lo sé, quiero imaginar que es por eso. Cuando jugamos contra La Rioja había carteles de la municipalidad, de la provincia. Hubiese estado bueno tener un apoyo municipal, aunque sea con un cartel o con el nombre en una gorra. La verdad, me duele. También hay que tener en cuenta que estamos en un momento que por ahí no es posible por la pandemia. Los fondos a lo mejor están destinados a otra cosa, por ese lado se puede llegar a entender.
Cuando volvamos a hablar después de la liga, ¿qué objetivos te gustaría que se hayan cumplido?
Lo principal es hacer un buen papel como institución. Obviamente queremos llevarnos algo en lo deportivo pero el objetivo es que nos reconozcan. Ver a Náutico entre Boca, River, San Lorenzo y Vélez para nosotros es muy lindo. Es muy importante la presencia de nuestro equipo de trabajo: entrenador, asistentes, estadígrafo, ayudantes, coordinador. Es un grupo impecable. Mostrarse de esa manera nos abre más puertas, no sólo desde lo deportivo.