“Por televisión se ve que toco la pelota y Núñez se cae cuando trabo el balón. Encima, esa amarilla me termina condicionando para la expulsión", analizó Nahuel Valentini, el jugador de Rosario Central, quien se terminó transformando en uno de los protagonistas excluyentes del clásico de ayer ante Newell's. Es que el vehemente y aguerrido defensor canalla intervino en la jugada del penal, que derivó en el empate de los rojinegros, y a los 5 minutos del segundo tiempo vio la roja por una falta fuerte a Mauro Formica, cuando los locales estaban con uno más, faltando cuarenta minutos de partido.
“Hoy tengo la misma sensación que ayer en la cancha. Por televisión se ve que toco la pelota y Núñez se cae cuando trabo el balón. Encima, esa amarilla me termina condicionando para la expulsión. También hago un meaculpa, porque está claro que yo tendría que estar mas atento para que no me saquen la otra amarilla, ahí cometo el error yo, pero el penal me condiciona. Y si no hubiera cobrado ese penal, habría sido otro partido”, agregó el juvenil zaguero canalla, con una buena dosis de autocrítica.
Pero el zaguero no sólo fue crítico con su trabajo sino también con el del árbitro Diego Abal, de quien dijo que "estuvo muy estricto y eso quedó claro en las cuatro expulsiones, que demostraron que el partido se le fue de las manos". No obstante, Valentini asumió su parte al admitir que se equivocó en la jugada en la que le sacaron la segunda amarilla: “Cuando me expulsó, pensé que no había sido falta, pero después vi por televisión que era y por eso hago el mea culpa: yo debería haber seguido al jugador en vez de querer sacarle la pelota”.
Valentini en diálogo con Radio Dos también lamentó que haya sido catalagado como un futbolista violento, aunque sabe que deberá convivir con ese estigma: “Siempre se me critica que juego al límite. Pero fueron dos cruces los que tuve: por ahí, Schiavi u otros jugadores tienen más cruces que yo y ni se los amonesta, pero a lo mejor yo ya quedé encasillado como vehemente y me quieren condicionar para que juegue más tranquilo. Yo tengo que ser más inteligente y tener la mentalidad para cambiar esto”.
Al defensor se lo escuchaba fastidioso, molesto con la situación, y otra vez se puso a revivir la jugada del penal. “Creo que actué bien, Núñez iba a patear al arco y yo como defensor central tengo que impedirlo. Si hubiera una jugada similar de nuevo, reaccionaría igual”. Y cerró: “Uno piensa mucho en no hacer faltas, pero después te termina pasando lo peor. Tengo que encontrar el término medio, ojalá lo pueda cambiar. Pero me han encasillado y me amonestan rápido, juego condicionado y no juego como puedo hacerlo”, remató uno de los protagonistas principales del clásico de ayer.