
Miércoles 12 de Julio de 2017
Fernando Contreras
Periodista de La Tercera, de Chile
Es un jugador que experimentó un crecimiento notable durante los dos últimos años. El estaba en la Universidad Católica pero no tenía la confianza del entrenador (Marcelo Salas) y se fue a préstamo a Huachipato. Ahí se puede decir que relanzó su carrera, se volvió mucho más profesional, mejoró en muchas aspectos su mentalidad y su fama de jugador excesivamente agresivo con los rivales, como el mismo lo reconoció en una nota (de octubre de 2016: "Tenía mala fama, pero nunca fui mala leche", había dicho). Creció hasta en el aspecto físico y a mi entender se convirtió en uno de los mejores laterales del fútbol chileno. Es rápido, fuerte, ágil en la marca, se proyecta con facilidad y tiene una buena pegada de zurda, así que me parece que Rosario se lleva un muy buen jugador.