Era empate. Pero fue victoria de Australia. Si es que existe la justicia en el deporte o en el juego, quizás hubiese sido más justo que Argentina y las Hockeyroos repartiesen puntos. Pero en el hockey, cada segundo vale oro. Mucho más si el partido es absolutamente parejo. Y la última chance de la noche la tuvo Australia, a través de un fijo que llegó sobre la chicharra. No la desaprovechó el equipo oceánico y se llevó el triunfo por 2 a 1 gracias a los tantos de Jodie Kenny y Georgina Morgan. Cuando el partido amanecía Delfina Merino había puesto en ventaja a Las Leonas. El encuentro correspondió a la segunda fecha del grupo B.
Típico. Si juegan Argentina y Australia debe ser un partidazo. Porque los dos proponen, porque los dos juegan, porque los dos van para adelante, porque se conocen y porque tienen concepciones similares de cómo encarar esto. Anoche no fue la excepción, y en un nuevo cruce entre Argentina y Australia, 3ª y 2ª del ránking mundial respectivamente, el público pudo disfrutar de otro partido abierto y lleno de vértigo.
De entrada pegaron Las Leonas con Merino, que definió por debajo de la arquera Wells con un golpe especialidad de la casa: el revés. Latigazo y a cobrar para la delantera de Banco Provincia. Explotó el estadio Mundialista, que nuevamente no estuvo a pleno pero que se hizo sentir. La atmósfera que tiene Rosario (y Argentina, por no ser injustos con las otras sedes que suelen recibir al seleccionado nacional) es única. Sino que lo diga la propia Ayelén Stepnik, Leona histórica quien en el medio del partido se siguió sorprendiendo desde la platea. “Esto no se puede creer, esto no se vive en ninguna parte del mundo”, exclamó la rubia cuando la gente le hacía sentir el rigor de la localía a las australianas y a los jueces del encuentro.
Volviendo al partido. Argentina y Australia se repartieron el dominio y por eso si el marcador final hubiese quedado 1-1, nadie lo hubiera rebatido. Principalmente porque el mediocampo fue una zona de paso rápido que ambos conjuntos atravesaron como aviones todo el tiempo en busca del área contraria. Por eso, porque buscaron y lo hicieron con peligrosidad es que ambos tuvieron muchas chances desde el fijo: cinco para Argentina, siete para las Hockeyroos. Quizás allí, en la falta de efectividad desde el corto, Las Leonas hayan tenido su talón de Aquiles.
Pero la verdad es que después de otro gran encuentro, los reproches son pocos. Las caras de tranquilidad y algunas sonrisas en los rostros argentinos pos partido revelan que la gravedad de la derrota no es tanta.
Cayeron Las Leonas. No pudieron brillar como en el primer día frente a Gran Bretaña. Aunque anoche, el rival tenía otro fuste. Sin embargo, Argentina está viva. Muy viva y demostrando que está volviendo a su mejor versión. Y que este nuevo ciclo (con Gabriel Minadeo a la cabeza) tiene poco tiempo de trabajo pero ya mostró bastante. Las sensaciones son buenas. Y más que interesantes para afrontar lo que viene. No hay nada que fortalezca más que tener confianza en sí mismo. Las Leonas la están recuperando.
Con el resultado de anoche, Australia lidera la zona A, Argentina quedó segundo y mañana cerrará la fase de grupos ante China. No hay por qué alarmarse, esta ronda sólo define posiciones y cruces de cuartos de final. No está nada mal tener margen para respirar tranquilo. En el otro encuentro de la zona, Gran Bretaña y justamente China igualaron 1-1.
Minadeo lo lamentó pero se retiró tranquilo. Argentina no quería conformarse con el empate y aunque quedaba muy poco, lo fue a buscar. Sin embargo, esa búsqueda terminó costándole caro, porque Australia se recuperó, salió y encontró el corto que terminó en gol. “Teníamos 50 segundos y le quisimos pegar para adelante cuando debimos jugar ese último tiro libre para afuera. Eso es madurar”, dijo el entrenador de Las Leonas Gabriel Minadeo tras el encuentro.
Pero el conductor del seleccionado argentino inmediatamente aclaró: “Nos vamos con la frente alta porque buscamos siempre el partido”.
Por su parte, la arquera Belén Succi, que tuvo una gran actuación, lamentó las chances desperdiciadas: “No fuimos efectivas y cometimos un error al final. De esto se aprende”.
A su turno, Delfina Merino, señaló: “El resultado da bronca porque queríamos ganar. Pero me voy tranquila porque el equipo sigue avanzando, fue muy positivo lo que hicimos en la cancha. Tuvimos muchas situaciones, venimos presionando de una forma muy buena. Vamos por muy buen camino”.
La delantera de Banco Provincia, a pesar de todo, reconoció el mérito del seleccionado australiano: “En el último cuarto nos fueron llevando para atrás. Erramos nosotras en el palo y la metieron ellas”.
Holanda volvió a funcionar como una máquina. Si bien apenas van dos fechas de la ronda final de la Liga Mundial, no es exagerado decir que Holanda sigue siendo una sinfonía. Ayer, la Naranja volvió a golear y esta vez la víctima fue Nueva Zelanda. La derrotó por 4 a 1.
Caia van Maasakker, Kelly Jonker, Ellen Hoog y Laurien Leurink marcaron para el conjunto dirigido por Alyson Annan. Transitoriamente había empatado para las Blacks Sticks Petrea Webster.
Holanda no pasó casi sobresaltos y volvió a desplegar un juego colectivo de alto vuelo, a pesar de que llegó a Rosario con algún recambio pensando en darle rodaje a jugadoras sin tanta experiencia de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
De hecho Maartje Paumen, su capitana, no viajó y por eso la cinta la lleva Eva de Goede.
La Naranja es puntera indiscutida en el grupo A después de golear en el debut a Alemania por 5 a 1.
Holanda es el campeón defensor del título. Se consagró en la primera edición de la Liga Mundial, cuya ronda final se disputó en Tucumán, en 2013.
En el partido que abrió la jornada, Corea puso en evidencia el mal momento de las germanas, quienes no sólo fueron vapuleadas en el estreno sino que ayer estuvieron al borde de una nueva derrota. Fue 1 a 1 con tantos de la alemana Franzisca Hauke y la coreana Hye Lyoung Han.