Sueñan despiertos y tienen todo el derecho de hacerlo. Ya no quedan dudas de que Gimnasia llegó a un punto que, gracias a su trabajo, puede pelear grandes cosas. El sábado le ganó un partidazo al CASI y se metió en la final del Nacional de Clubes B, fase en la que se medirá con Urú Curé y tratará de hacer lo único que le falta: ponerle la frutilla al postre para hacer de ese sueño una realidad.
El mens sana transitó el camino con solvencia, resolviendo bien paradas complicadas ante grandes adversarios. El sábado, por ejemplo, ante el conjunto de San Isidro mostró un amplio repertorio y terminó sometiendo a su adversario. Por el rival y la instancia no fue una victoria más. Santiago Rébori, autor del primer try mens sana, fue una de las figuras del partido. Consciente de la importancia del triunfo, el segunda línea (que a también puede jugar de tercera) no podía ocultar su alegría. "Venimos trabajando mucho y estamos convencidos de nuestro plan de juego, de lo que tenemos que hacer. Hay armonía, el grupo está muy bien, son todos muy fanáticos, con muchas ganas de ganar, de hacer historia", destacó el forward al comenzar la charla.
Todo indica que encontraron el equilibrio necesario para soñar en grande.
Maduramos un montón en jugar este tipos de partidos definitorios. Antes nos costaba jugar más a un estilo test match, por decirlo de alguna manera. Ayer la concentración fue muy buena durante los ochenta minutos... Sabíamos que para ganar tenía que ser así.
¿Dónde estuvieron las claves en el triunfo ante CASI?
Nos hicimos fuertes en defensa y fuimos efectivos. Propusimos mucho y al hacerlo nos equivocábamos también. Sin embargo creo que tuvimos paciencia, supimos manejar la ansiedad y cuidamos la pelota.
¿Para vos cuándo se destrabó el partido?
Después del try de Cotella, que nos pasan a ganar por uno. De esa salida, la primera jugada terminó en try de Pepe (Forlla) y al ratito le hacemos otro más (otra vez José Forlla), entonces nos alejamos un montón en el marcador y pudimos jugar más tranquilos. Manejamos mejor los tiempos, jugamos en campo rival y a ellos les costó mucho salir porque tenían viento en contra. Cuando se nos vinieron tuvieron pocas ideas, jugaron más con el corazón y tuvimos que tacklear duro, hasta que los dejamos sin argumentos.
Por tratarse de un rival como el CASI, ¿fue una victoria inolvidable?
Es la primera vez en la historia que le ganamos. Fue una semana tremenda en la que sentimos el apoyo de todo el club. Se percibía en el aire que era un partido especial. Fue un partido muy importante para todos.
¿Influyó el hecho de ser local?
Sí, en la Bombonera nos encanta jugar y nos sentimos muy cómodos. En los últimos dos años perdimos un solo partido, ante Crai. Ahí nos hacemos más fuertes. Es una caldera. Todo está cerca, la presión se siente, la gente empuja.