
Lunes 19 de Octubre de 2015
Exponen su cuerpo en cada curva, a velocidades no aptas para personas en su sano juicio. Pero si de repente un motociclista de elite se cruza en el camino con una gaviota a la que no alcanza a esquivar, entonces el resultado puede ser fatal.
No fue el caso de Andrea Iannone. El italiano venía liderando el Gran Premio de Australia cuando, a punto de entrar a una curva, apareció volando una gaviota a la altura de su cabeza. El piloto atinó a agacharse y dejar que el ave impacte con toda su fuerza contra el casco.
Iannone salió segundo de la curva y terminó en un muy meritorio tercer puesto. La pobre gaviota no sobrevivió al golpe.