Singapur parece habar logrado su apuesta, y el fin de semana se disputará el primer Gran Premio de
Fórmula 1 nocturno en un circuito fuera de lo común, preparado en pocos meses en un marco de lujo e
iluminado por más de 1.500 focos.
Es la quinta vez de la temporada que una carrera se disputará en un circuito urbano después
de Melbourne, Mónaco, Montreal y otro debutante, Valencia.
La pista de Singapur cuenta con 23 curvas y serpentea por el barrio de la marina por
carreteras abiertas normalmente a la circulación. Las simulaciones realizadas por los equipos
prevén una velocidad media de 175 km/h, un poco superior a Mónaco.
La recta de meta está al borde del mar y está situada a pocos metros de la "Singapore Flyer",
una gran noria de 150 metros de altura presentada como la noria más grande del mundo. Un punto de
vista único para asistir a una carrera de Fórmula 1.
Otro punto que marca este circuito, uno de los tres de la temporada donde se corre en sentido
contrario a las agujas de un reloj (con Estambul e Interlagos), es el viraje número seis, justo
delante del hotel Pan Pacific, que los organizadores presentan como la curva más rápida de la
Fórmula 1. Los monoplazas la pasarán a fondo antes de alcanzar su punta de velocidad en este
circuito, cerca de 290 km/h.
Este trazado demencial pasa por dos puentes y bajo una tribuna, lo que promete una buena
dosis de decibelios para los espectadores.
Pero la atracción principal del espectáculo reside en el sistema de iluminación de estos
cinco kilómetros al borde del mar. Más de 1.500 focos se han instalado a diez metros del suelo,
todos en el mismo lado de la pista.
Con un proyector de 2.000 vatios cada cuatro metros, los pilotos deberían ver casi como si
fuera de día. El dispositivo de iluminación suministra un total de 3.000 lux de intensidad
luminosa, cuatro veces más que un estadio de fútbol. En comparación, un alumbrado público
suministra 30 lux. Doce generadores independientes previenen contra toda avería de la iluminación.
En total, más de 108 kilómetros de cable fueron tirados para instalar este sistema.
Además, los comisarios de carrera no agitarán banderas: éstas serán reemplazadas por 35
paneles luminosos a lo largo de la pista. Los paneles se iluminarán de amarillo, rojo, verde o azul
según las necesidades.
"Creo que esta carrera será el punto culminante de la temporada", afirma Mario Theissen, el
presidente de BMW Motorsports. "Tenemos la impresión de que aunque la carrera se dispute de noche
veremos como en pleno día. La única pregunta en el aire es en caso de lluvia. ¿Las luces se
reflejarán sobre la pista?"
En efecto, el único verdadero problema para los pilotos reside de nuevo en la meteorología.
El ecuador sólo está a 130 kilómetros al sur de Singapur y en estas regiones la última hora de la
tarde es propicia a las tormentas tropicales. Y los pilotos no se entusiasman con la idea de
pilotar de noche bajo la lluvia.
"Me habría gustado probar la pista, especialmente bajo la lluvia", indica Nick Heidfeld (BMW
Sauber). "La lluvia combinada con la luz artificial es la gran incógnita".