La lluvia le ahogó el festejo. River vencía por 3-2 a San Martín de San Juan y
alcanzaba la cima del Clausura, pero la intensa lluvia que cayó en la zona del Monumental impedía
que la pelota rodara con normalidad y el árbitro Gabriel Brazenas suspendió el partido a 9’
del final.
Abreu, Buonanotte y Nasuti anotaron los goles del local, mientras que Brusco, de
penal, y Bravo marcaron para los sanjuaninos.
River presentó dos facetas en un mismo equipo, una incisiva en la delantera y
una dubitativa en la defensiva. Por estar descompensado se le complicó la victoria.
La etapa inicial se jugó en campo de San Martín. River manejó la pelota y generó
buen juego, aunque careció de equilibrio y la defensa otorgó muchas ventajas.
De esta forma, River consiguió merodear en varias ocasiones el arco de Medrán,
pero no pudo quebrar su resistencia sino hasta los 17’, cuando Sánchez habilitó a Abreu y el
delantero facturó en la segunda jugada, ya que en la primera su remate dio en ambos palos y fue a
parar justo a sus pies.
Pero después de abrir la cuenta River se retrasó demasiado y le permitió avanzar
al visitante, que por la vía aérea complicó a una defensa que no ofreció grandes garantías.
Y a los 25’, en una jugada derivada de un córner nació el penal que Brusco
cambió por gol. Bravo levantó un centro de la derecha luego del envío de Décima y el árbitro, a
instancias del juez de línea sancionó erróneamente penal cuando la pelota rebotó en el pecho de
Ponzio.
Pero River se dispuso a lastimar nuevamente y así consiguió ponerse en ventaja,
luego de una gran jugada individual de Buonanotte, quien superó a Décima con un amague y clavó un
zurdazo cruzado junto al poste izquierdo de Medrán.
Inmediatamente después, Recalde expuso otra vez la debilidad defensiva de River
cuando no consiguió darle dirección a su disparo desde posición inmejorable.
En el complemento, el local estiró la diferencia a los 12’, cuando Nasuti
conectó de cabeza en el área.
Luego, River pudo liquidar el choque pero desperdició las chances y San Martín
lo aprovechó para acercarse en el resultado, con una jugada personal de Bravo que culminó con un
derechazo que se clavó en el ángulo izquierdo de Carrizo.
Minutos más tarde, la lluvia se intensificó y la cancha se llenó de charcos, lo cual hizo que el
balón no rodara con normalidad. Por ese motivo, a los 81’, Brazenas paró el partido y River
de obtener su segundo triunfo consecutivo. l