Un equipo que puede golear a cualquiera
13 de junio 2010 · 12:18hs
El seleccionado argentino mostró ayer dos caras en su debut mundialista ante Nigeria: una,
que puede ser capaz de pasar por arriba a cualquiera, jugando a media máquina, y la otra, como dijo
Diego Maradona, si perdona en el arco de enfrente puede sufrir en el propio.
Hasta ahora las distintas selecciones que armó Maradona, luego de la derrota ante Bolivia en
La Paz, habían mostrado firmeza atrás, pero le costaba donde mejores jugadores tiene, en la
ofensiva. En el partido de ayer ante Nigeria se dio la inversa, porque pese a que no perdió el
equilibrio, fue punzante en el primer tiempo arriba y estuvo cerca de pagar caro errores
individuales en su defensa. Con Lionel Messi decidido a ponerse el equipo al hombro, Argentina en
la primera etapa ante los nigerianos pudo haberse ido al descanso ganando por cuatro o cinco goles.
Si Gonzalo Higuaín, el propio Messi, hubieran estado finos a la hora de definir, hoy se
estaría hablando de otra cosa. Sin embargo, un equipo que tiene en cancha a Messi, Tevez, Higuaín y
Milito en el banco de suplentes, tiene garantía de gol permanente, porque no siempre el delantero
del Real Madrid perderá tantas conversiones abajo del arco y la estrella del Barcelona no se
encontrará en todo momento con un arquero con la suerte del africano. Lo bueno del seleccionado
argentino de ayer es que generó muchas situaciones de gol, mostró jugadas con pelota parada
interesantes, y eso se dio en el marco de que dos de sus creadores de juego, Juan Sebastián Verón y
Angel Di María, tuvieron una tarde para el olvido.
Si Verón juega la mitad de lo que puede dar, si Di María puede ser el jugador que pretende el
Real Madrid, mas los de arriba, el seleccionado argentino será temido por cualquiera. La parte
ofensiva era lo que más le costaba al equipo de Maradona, pero la sensación es que eso comenzó a
solucionarlo. Además, logró con esto no desprotegerse atrás, no es que el seleccionado argentino
tuvo problemas defensivos por jugar con tres delanteros, porque siempre mantuvo el orden y nunca
quedó en desventaja numérica. Los problemas defensivos de ayer del seleccionado argentino pasaron
por errores individuales, porque Jonás Gutiérrez quedó muchas veces a mitad de camino, Martín
Demichelis se equivocó más de lo habitual, por momentos el seguro Walter Samuel pasó a ser inseguro
y Gabriel Heinze alternó buenas y malas. Uno de los problemas pudo haber sido la posición tan
retrasada de Javier Mascherano, quien volvió a ser una especie de líbero, parado delante de la
línea de cuatro.
Es cierto que el volante del Liverpool cortó mucho, pero muy cerca de los centrales y eso
provocaba que cuando recuperaba la pelota el pase debía ser siempre hacia atrás y muy cerca del
propio arco. De todos modos, lo realizado por el seleccionado argentino es positivo mirando el
futuro, porque Verón, si se recupera de su molestia muscular, no tendrá muchos partidos sin dar dos
o tres pases seguidos, Di María tendrá vértigo, Higuaín le acertará al arco, Tevez se calmará,
correrá menos y jugará más y todo indica que Messi seguirá creciendo con la camiseta celeste y
blanca. El camino del Mundial recién comienza y dependerá del seleccionado argentino hasta dónde
pueda llegar. Tiene todo para hacer historia.
Agencia Télam
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