Los veleristas de los Juegos Suramericanos de Playa merecieron un premio especial, el premio a la paciencia. Es que, varias jornadas estuvieron complicadas por la falta de vientos y se armaron de una espera admirable. Ayer finalmente, en el último día de competencia, pudieron completar las regatas, incluidas la de Medal Race. En este contexto, los argentinos terminaron de decorar el medallero argentino con una cosecha abultada.
Los hermanos rosarinos Florencia y Federico Buiatti se dieron el gustazo de subirse al podio en la ciudad que los vio nacer. En la laguna El Saco, sede de la competencia, se quedaron con la medalla de bronce en Snipe Mixto.
Luciana Cardozo en Laser Radial y Mariano Reutemann en RSX hicieron sonar el himno nacional al conseguir sendos oros. Completaron la faena Constanza Almenara, con bronce en RSX, y Martín Alsogaray, con plata en sunfish.
El novedoso Stand Up Padlee Surf entregó más preseas. Desde bien temprano los maratonistas se transformaron en protagonistas del río Paraná y mientras circulaban las primeras rondas de mate en La Florida se podía disfrutar de la entrega y el equilibrio de los atletas. Los argentinos Francisco Giusti y Juliette Duhaime consiguieron oro y plata, respectivamente, para arrancar una jornada próspera de la delegación albiceleste. Duhaime nació en Nueva Jersey pero sus padres son argentinos, ahora viven en Paraná.
Mientras los Juegos Suramericanos se cerraban en su faceta deportiva, mientras Brasil se lucía en la final de fútbol contra Argentina y luego, mientras concluida la premiación con el estadio Rojo aún colmado, el tenis terminaba de definir sus podios. Y allí, la dupla de Jésica Orselli y Ailín Wirth le ganó a la de Aruba de Maud/Hopman por 6/3 y 6/4 para celebrar un muy merecido bronce en esta disciplina, aún relativamente incipiente en el país.
Se fueron los Juegos de Playa de Rosario, en una edición que quedará para el recuerdo. Por varias razones: en lo estrictamente resultadista porque Argentina cerró líder el medallero, con 17 medallas de oro y 40 en total. Nunca, en las tres ediciones anteriores, la delegación nacional se pudo imponer (fueron tres). Además, la buena faena en Rosario le permitió superar a Brasil en la suma histórica de todos los Juegos de Playa.
Por otro lado, la ciudad pasó una pueba de fuego ante las autoridades de la Odesur. Y pese a que seguramente tendrá muchas cosas por corregir sumó méritos para sus aspiraciones futuras, como la organización de unos Juegos Panamericanos. Mientras tanto, en 2021, albergará a los Juegos Suramericanos Juveniles.
Entre otras cosas, quizás una de las más destacadas: buena parte de la ciudad pudo vibrar durante 10 días al ritmo del deporte. Con La Florida como escenario principal e insuperable postal. Y con Puerto Roldán y El Saco. Pero fundamentalmente el primero, un punto de encuentro de organizadores, público, delegaciones y culturas. Sobre todo eso: deporte y cultura. Un combo que hace bien.