Se trata de Federico Allende, quien hizo una declaración con algo de humor, sin darse cuenta que en realidad estaba justificando una práctica que podría costarle algunas fechas de suspensión.
"Te lo juro (que usé agujas). Pobre Negro (Juan) Otero, lo maté. ¿Qué querés que haga? Se dio así, sabíamos que teníamos que ensuciar el partido porque al jugador de Primera no le gusta que le hagas tiempo, que le juegues sucio. El Negro me debe haber odiado, pero el fútbol es así", reconoció en declaraciones a Radio Vorterix de Córdoba.
Horas más tarde, la acción fue confirmada por el propio delantero de Estudiantes, en declaraciones al programa "Jogo Bonito".
"El jugador de Pacifico tenía una aguja y me pinchó como 4 veces. Era como una aguja de coser, la tenía en la mano todo el tiempo", detalló el delantero.
"Yo me apartaba y le decía al juez, que no me prestaba atención, le dije al línea y solo se reía. Me dio bronca eso, que ellos lo tomaron como un juego y pensaron que era mentira", completó Otero, quien admitió que hasta llegó a pegarle una piña "en la barriga", porque lo "pinchaba a cada rato".
La tercera campana no tardó en llegar. Federico Beligoy, secretario general de la Asociación Argentina de Arbitros, explicó cómo podría seguir la situación.
"Desconozco lo que sucedió entre Pacífico y Estudiantes tengo que hablar con Luis Alvarez (árbitro del partido). Una vez que lo haga, se verá como se prosigue con este tema", explicó.
Igualmente, Beligoy condenó la actitud "lamentable" y la comparó con "una piña o una patada", aunque enseguida aclaró: "Es muy difícil de comprobar, seguramente si sucedió Otero debe tener marcas".
"En caso de que no se haya informado lo que sucedió, tal vez se pueda sancionar de oficio. Nunca me pasó algo similar, son cosas que sucedían en la década del 60. Si el tribunal actúa de oficio, el jugador debe comenzar a preocuparse", sostuvo.