La segunda entrega de la trilogía entre leprosos y xeneizes tuvo su fiesta en el Parque Independencia y fue toda rojinegra. El equipo del Tata Martino le dio una paliza a Boca en el Coloso con una goleada por 4 a 0 que dejó a Newell's más puntero que nunca, a cuatro fechas del final.
La historia seguirá el miércoles también en el estadio Marcelo Bielsa, con similar escenografía aunque con los protagonistas titulares. Carlos Bianchi vendrá finalmente a Rosario, con la formación que juega la Copa Libertadores liderada por Riquelme, en la que se destacan Orión, Somoza, Blandi y el Burrito Martínez.
Pero el Newell's de Martino también vendrá recargado ya que el Tata resguardó la columna vertebral de su equipo -Guzmán, Heinze, Maxi Rodríguez y Scocco- para la definición del miércoles por los cuartos de final que será a todo o nada.
Respecto a la historia que se escribió anoche y deja a Newell's bien encaminado hacia la gloria en el Torneo Final, el gran juego del equipo y su comunión con la gente fue lo mejor.
1. Gol tempranero. Mientras los medios del país se engolosinaban con los titulares que depositaban a River en la punta del torneo después de su vuelta de la B Nacional, a seis minutos de iniciado el partido Newell's se encargó de demostrar que está más vivo que nunca en el campeonato y que aunque juegue sin sus principales figuras, mantiene su esencia y su eficacia. El gol llegó de penal por un foul que le hicieron a Cruzado y el mismo peruano remató con calidad al palo izquierdo del arquero D'Angelo.
2. Te quiero igual. La hinchada devolvía gentilezas a Andrés Calamaro -que el sábado dio un show en Rosario y en la previa se sacó una foto con la camiseta de Newell's- y coreó la melodía de Te quiero igual durante un buen rato, justo en ese momento llegó el gol de Orzán que cerró el partido. A los 20 del complemento, el chaqueño vio el hueco y se animó a pegarle desde 25 metros. El tanto le dio tranquilidad al equipo y comenzó lo mejor del partido para Newell's.
3. Enorme capitán. Todo el partido pasó por la cabeza de Lucas Bernardi que manejó los tiempos, la recuperación y diseñó las mejores asistencias con notable jerarquía que iniciaron los ataques más peligrosos para el conjunto local. Lucas fue prolijo en la salida del medio, manejó un partido que fue de menor a mayor y pasó todo por su cerebro mágico. Ordenó a sus compañeros, contagió los pases certeros y hasta Peratta -que mantuvo el cero en su arco- salió jugando.
4. Un gran plantel. Newell's es un gran plantel aunque no en número sino en compromiso, el Tata consiguió sacarle el juego a sus dirigidos para avanzar a paso firme en las dos grandes competencias. Cuando parecía que el equipo es Scocco dependiente, el mix alternativo ayer se puso al hombro la tarea, se sacudió la presión de que River lo había alcanzado en la cima y volvió a lucir su garra, la misma dinámica ya clásica de juego y una efectividad contundente, con una goleada que no dejó dudas.
5. Aplausos para el Tata. La gente sintetizó la noche perfecta del Coloso cuando dejó de cantar por unos minutos, se puso de pie y construyó un aplauso cerrado de gratificación a los jugadores. Como en un teatro, las manos no daban abasto para saludar el fútbol brillante de este Newell's que ayer tuvo la noche con mayor posesión de pelota del torneo. Faltaban diez minutos y a ese estruendo le siguió el "Tata, Tata" más pedido para que el entrenador se quede en el club, pero Martino con su habitual humildad se guardó en el banco de suplentes.