La octava edición del rally Dakar en Sudámerica largará mañana desde Buenos Aires con un recorrido centrado en Argentina y la región de Uyuni en Bolivia, que extrañará el desafío del desierto de Atacama pero tendrá como novedad los debuts de los pilotos Sebastien Loeb y Mikko Hirvonen.
Con un récord de 556 competidores de 60 nacionalidades inscriptos (143 motos, 46 quads, 110 autos y 55 camiones), el Dakar recorrerá más de 9.000 kilómetros, con 4.500 de tramos cronometrados, a través de diez provincias argentinas y Uyuni para bajar la bandera de llegada el 16 de enero en Rosario.
Las renuncias de Chile y Perú a organizar la edición 2016 de la histórica carrera fuera de pista obligaron a concentrar la mayoría de las trece etapas en las regiones del centro y noroeste de Argentina y sumar el paso por la región de Uyuni, junto al desierto de sal.
Pese a los cambios en el recorrido, la competencia contará con los máximos exponentes del rally mundial, entre ellos el defensor del título, el qatarí Nasser Al-Attiyah, el legendario piloto francés Stephane Peterhansel, los españoles Carlos Sainz y Nani Roma y el estadounidense Robby Gordon.
Debutarán además en el Dakar el francés Sebastien Loeb, nueve veces campeón mundial de rally, y el finlandés Mikko Hirvonen. “Es completamente diferente de todo lo que he corrido hasta ahora. Será duro competir durante dos semanas, necesitas cuidarte y también cuidar el auto durante quince días. Es otra faceta del automovilismo”, anticipó Loeb.
El objetivo de Hirvonen es “terminar la carrera sin grandes problemas”. “Si no cometo grandes errores podría estar entre los mejores cinco o seis, pero realmente primero quiero terminar la carrera y sumar experiencia para poder volver”, señaló el finlandés, quien decidió dejar la exigencia del Campeonato Mundial de Rally para dedicarse a las carreras fuera de pista de largo aliento, como el Dakar o la de Marruecos.
La escudería Peugeot, luego de la experiencia recogida en su regreso en 2015 a la competencia, buscará ahora desbancar el poderío que mostró el equipo Mini. Para ello volverá a contar con un equipo de estrellas: Peterhansel, Sainz y Cyril Despres, al que ahora se suma Loeb. “Peugeot ha mejorado y será un duro rival”, señaló a DPA Roma, que volverá a correr con un Mini.
En la categoría de motos se iniciará una nueva era, ya sin los multicampeones Despres -quien por segundo año consecutivo competirá en autos- y Marc Coma -ahora director deportivo del rally Dakar- en carrera. Varios se disputarán sus lugares, entre ellos los portugueses Paulo Goncalves y Helder Rodrigues, el chileno Pablo Quintadilla, los españoles Joan Barreda Bort y Jordi Viladoms y los franceses David Casteu y Olivier Pain.
En cuatriciclos (quads), los argentinos Marcos y Alejandro Patronelli buscarán recuperar la gloria que los llevó a ganar cuatro títulos en el Dakar, luego de su ausencia en 2015, mientras que los pilotos rusos buscarán mantener vigente la supremacía de Kamaz en la categoría de los gigantes, los camiones.
El recorrido tendrá todos los condimentos esperables para un Dakar, esta vez con mayor peso de la velocidad que de las dunas. Habrá sin embargo espacio para todos los gustos, con etapas de velocidad, otras de navegación, etapas maratón en las que los pilotos no podrán contar con asistencia externa, y todas las dificultades que la arena, la piedra, el calor y la altura de la cordillera de los Andes y del salar de Uyuni pueden garantizar.
La ausencia del desierto de Atacama se hará sin embargo notar. “Se pierde parte del espíritu del Dakar en el continente”, reconoció el director de la competencia, Etienne Lavigne.
Al Attiyah señaló a DPA que “el Dakar es difícil con o sin Atacama, porque un pequeño error se puede pagar caro”. “Además la ruta en Argentina es difícil porque todos vamos muy rápido. Pero extrañamos un poco las dunas”, admitió.
Las renuncias de Chile y Perú representaron además un desafío económico y logístico para la supervivencia del rally más extremo en Sudamérica, luego de su partida de África por las amenazas terroristas.
“Este año podemos asumir las turbulencias pero en el futuro tenemos que recuperar el apoyo de más países para sostener el evento”, alertó a DPA Lavigne.
El Dakar 2016 constará de trece etapas y será un gigantesco rulo que partirá de Buenos Aires en dirección noroeste hasta tocar el desierto de sal boliviano y luego regresar bordeando la cordillera de los Andes hacia el sur hasta San Juan. Desde allí, el rally pondrá rumbo este para atravesar la Argentina y cruzar la línea de llegada el 16 en Rosario.
La 38 edición del Dakar irá de menor a mayor, con una primera semana donde reinará la velocidad y una segunda donde la navegación y la resistencia serán claves. Mañana tras la largada se correrá un breve prólogo que determinará el orden de salida el primer día oficial de competencia, el domingo, con la etapa 1 entre Rosario y Villa Carlos Paz.
Tras la escala en Termas de Río Hondo, se empezará a complicar con la etapa maratón en Jujuy, el cruce a Bolivia y la competencia a 4.600 metros de altura, el punto más alto en la historia del Dakar, al costado del enorme salar de Uyuni. Será además la primera vez que los camiones ingresen a la región.
“Tenemos sed de descubrimientos, y las etapas en Bolivia estarán llenas de sorpresas y serán tremendamente exigentes”, anticipó Coma.
En el regreso a Argentina llegará una jornada de descanso en Salta. Luego aparecerán las dunas y una segunda parte del maratón -sin asistencia técnica- en las etapas entre Belén, La Rioja y San Juan.
Cerca del desenlace llegará la jornada más larga, con 931 kilómetros a recorrer hasta Villa Carlos Paz en la que los mejores buscarán afianzarse en la clasificación para luego definir el podio en el último trayecto hasta Rosario.