Pensar que cuando Néstor Gorosito tomó el timón no había casi esperanzas de salvación. Pero llegó la primera victoria en Arroyito ante Central, luego varias más y a punto estuvo de zafar del descenso. Pero Tigre jugó tan bien con Pipo y se reconstituyó como equipo que la Copa Superliga le sirvió para demostrar que sigue vivo. Levantó un 0-2 con Colón, le ganó 3-2 y pasó a 8º. Luego fue a Santa Fe con el 1-2 en Victoria, perdía 1-0 y le ganó 3-1 a Unión para llegar a 4º. Y anoche se cargó al campeón y en Avellaneda. Había vencido en la ida 2-0 pero ya en el primer tiempo Racing lo emparejó. Pero en el minuto 89 evitó los penales con un golazo de Pérez Acuña y es semifinalista. Increíble.