Los chicos de la M16 de Gimnasia y Esgrima se sacaron la espina que tenían clavada desde el año pasado, cuando se quedaron con las ganas de dar la vuelta olímpica en M15. Crecieron un montón y aprendieron de sus errores. Tuvieron su revancha ante los mismos rivales, porque a la definición arribaron los mismos equipos que lo hicieron el año pasado. Aprendieron la lección y este año se coronaron campeones tras una buena campaña, en la que ganaron 14 partidos, perdieron tres y empataron uno, con 576 tantos a favor y 297 en contra.
"No fue fácil, ya que esta es una división muy pareja y en esa paridad cualquiera le podía ganar a cualquiera. También tenés que tener un poco de suerte. En la primera fecha del Final Four perdimos con Uni, que en la segunda fecha perdió con Jockey. Si hubieran ganado quizás las cosas hubieran sido distintas. Perdimos apenas tres partidos en el año y particularmente estoy conforme no sólo por los resultados sino por lo que dieron los chicos", contó Pablo Budaci, head coach del equipo, al hacer un primer análisis del título.
"Fuimos de menor a mayor, pero a diferencia del año pasado cuando el equipo explotó antes porque tuvimos el pico más alto previo a las finales, en esta temporada la curva fue más ascendente y terminamos jugando los tres partidos definitorios muy bien, en un buen nivel, inclusive hasta en el que nos tocó perder con Uni en la primera fecha del Final Four", continuó explicando el entrenador.
"Cuando perdimos con Uni no nos desanimamos, porque estuvimos convencidos de que no había nada que mejorar en cuanto al juego, pero sí en la parte mental, para que en situaciones así los jugadores puedan solucionar las cosas de la mejor manera", explicó el entrenador.
"Charlamos mucho, acortamos los entrenamientos y trabajamos fundamentalmente en la cabeza de los jugadores. Después se dio que en la segunda fecha algunos tips que le habíamos dado desde ese lugar resultaron favorables. En el entretiempo del partido con Plaza los chicos hicieron ese clic y después jugaron más tranquilos. Eso nos sirvió para que en la última fecha, ante Jockey, pudiéramos hacer ya un partido sin baches mentales", relató.
"En esta categoría hay seis equipos muy parejos y cada partido es durísimo. Con Jockey se conocen mucho. Siempre fueron las dos mejores divisiones y hay una especie de pica... es un partido especial para los jugadores. Nosotros entramos más tranquilos que los chicos de Jockey, y así y todo el partido se terminó de abrir faltando solamente diez minutos. Si bien en ningún momento el marcador corrió peligro, nosotros teníamos que hacer sí o sí cuatro tries para salir campeones solos y la verdad es que nos costó" continuó graficando el DT.
Es que peor panorama no pudieron tener. Faltaban menos de 20 minutos para el final y GER por dos amarillas jugaba con trece jugadores. Encima tenía la obligación de llegar al cuarto try para alcanzar el bonus que le daba en soledad el campeonato. Al referirse al desenlace, Budaci contó que "después de defendernos de varios ataques verdiblancos, el apertura interceptó una pelota y de contra llegamos al cuarto try. Pero más allá de la alegría que teníamos, no pudimos relajarnos porque si nos sacaban una amarilla más perdíamos un punto y así compartíamos el título con Uni. Esta vez, en lugar de sufrir por un resultado, lo hacíamos por la indisciplina, más allá de que a lo largo de todo el torneo habíamos tenido cuatro o cinco amarillas solamente".
"El plantel tuvo un compromiso muy grande. Hubo dos o tres jugadores que estuvieron gran parte del año lesionados, y sin embargo se iban hasta Pueblo Esther a ver los entrenamientos..., ni corrían y se volvían a sus casas. Esas son cosas que dicen algo de un grupo que puso la vara muy alta", concluyó Budaci.