El stan up padel (SUP), o surf paddle es una actividad nueva en el país y en Rosario. Desde hace un tiempo lo practican un grupo de personas y algunas de ellas buscaron que sea una actividad transformadora, inclusiva para personas con capacidades diferentes. Y más rápido de lo pensado empezaron a lograr su cometido, con el río Paraná de marco y un entusiasmo digno de elogio. Son nueve los profesionales de distintas disciplinas involucrados y dos de ellos los fundadores de la escuela Alevines, la licenciada en psicopedagogia María del Rosario Cardozo y el profesor Christian Cardozo. Los une no sólo la coincidencia del apellido, sino el deseo de que todos puedan convivir en el mismo espacio. Y hoy, en la pileta del Polideportivo 9 de Julio de Dorrego 3339, desarrollarán una actividad libre y gratuita de 10 a 14 horas para conocer de qué se trata lo que hacen y difundir lo que todo el mundo puede hacer.
Mary Ros Cardozo atendió anoche el llamado de Ovación mientras daba clases de filosofía en una escuela para adultos en Granadero Baigorria. Por la tarde difundió este deporte y a quienes va dirigido en el programa de radio “Somos lo que hacemos”, de la 88.3, conducido por Karina Vimonte. Y hoy llevará adelante la actividad en la pileta que le ofreció Marcelo Arimany, coordinador de la subsecretaría de Recreación y Deportes municipal. Queda claro que no sólo ejerce su profesión entre las cuatro paredes de un consultorio, sino que allí se dio cuenta de “que hay mucho más que eso y que era una injusticia que el aprendizaje quede sólo relegado a ese espacio. Me pareció que la naturaleza es el mejor de ellos para desarrollar las habilidades y la inclusión es que todos convivamos en el mismo espacio. El río es hermoso, pero está relegado a unos pocos y tiene que abrirse”.
Cardozo empezó el surf paddle como una cuestión personal y de hecho compitió en este novel deporte, pero rápidamente entendió que podía conjugar esa pasión por el río con el deseo de enseñar dirigido a incluir a personas con las que habitualmente trata. “Comencé la actividad como algo propio, vivo cerca de La Florida. Mi afán de querer enseñar y transmitir todo, de que esto sea abierto a toda la comunidad me llevó a tomar el instructurado, buscando personas que trabajen a la par”. De ahí se formó la Alevines, que además de los Cardozo cuenta con otros profesionales con las mismas inquietudes, como kinesiólogos, profes de yoga y natación.
Todos ellos son un poco pioneros de este deporte, que en la práctica “es una forma de deslizamiento en la que el navegante utiliza una pala o remo para desplazarse por el agua mientras permanece de pie en una tabla, que es mucho más estable que la del surf. Se diferencia del surf porque no necesita de una ola. Se puede realizar en mar abierto, en los puertos, en lagos, ríos o cualquier espejo de agua. Inclusive en piletas”, como será la actividad de hoy. “Contamos con algunos impedimentos para hacerlo a río abierto, todavía prefectura o algunas escuelas tienen temores infundados, por eso lo que haremos en la pileta será contar bien de qué se trata”.
“Es una actividad bastante novedosa en Argentina. Está de moda en lugares turísticos y la idea a partir de hacer la actividad en nuestro río era que sea inclusivo. Esto de que la náutica quede tal vez reservado a personas de cierto poder adquisitivo, o de ciertas posibilidades, nos hizo trabajar en la idea de que sea socialmente abierto. Y tiene muchísimos beneficios físicos y emocionales. La inclusión es para personas con discapacidad y hay que hacer adaptaciones en los materiales. Y a veces sólo ponerles más amor y ganas a la actividad”, explicó María del Rosario.
A su vez, señaló que el fin de Alevines, una sociedad civil en formación, “como Escuela de SUP inclusivo se orienta a que personas con diferentes capacidades tengan la posibilidad de experimentar una nueva sensación y disfrutar de desplazarse en el río sobre una tabla remando”, señaló Cardozo. “Hoy la mirada es mucho más amplia y este deporte tiene la ventaja de la estabilidad de la tabla, con todas las medidas de seguridad por supuesto y el acompañamiento de los instructores. El desarrollo físico es el beneficio más importante, porque trabajan 72 músculos del cuerpo, pero además beneficia la autoestima, porque encontrarse en un lugar tan amplio como el agua y que vean que pueden avanzar ayudados por el remo, es un logro impresionante. Esa es la estimulación que ayudamos a construir. Arriba de la tabla hay personas que lo hacen arriba de sillas de ruedas o acostados, por eso es para conocer, porque queremos que este deporte sea para todos”.
Cardozo contó a su vez que “la capacitación la tomamos en La Plata, donde está la primera escuela sub adaptada”, dijo, aclarando que “no hay límites de edad para practicar este deporte. La intención de lo que haremos es que todas las personas interesadas se animen a probar el deporte en una pileta climatizada. Llevaremos todos los elementos necesarios y vamos muchos instructores para proponerles entradas en calor, juegos y diversas actividades para pasar un momento recreativo y deportivo”.