Cuando a los 4' Marco Asensio clavó un golazo se terminaron las ilusiones de Messi y compañía. Real Madrid ya era campeón de la Supercopa de España. Era el golpe justo para noquear de arranque a Barcelona. Es que el 3-1 merengue en el partido de ida se estiraba un gol más y obligaba a que los blaugranas revirtieran la historia con una superproducción para una goleada que, obviamente, no fue. Por el contrario, antes del cierre de la etapa inicial el francés Benzema clavó el 2-0 que llevaba el global a 5-1 y sentenciaba la final. Dato 1: Messi nada pudo hacer ante la supremacía local y sólo metió un tiro en el travesaño. Dato 2: y eso que no jugó Cristiano Ronaldo, por la suspensión de 5 fechas. Dato 3: el uruguayo Luis Suárez salió con un traumatismo de rodilla y es duda para el choque de Eliminatorias ante Argentina.
Con evidentes deficiencias colectivas y niveles individuales muy lejos de los tiempos de brillo, la expectativa de una remontada de Barcelona se desplomó rápidamente. Es que en la primera jugada de peligro la nueva estrella madridista Marco Asensio (también marcó en el primer partido) clavó un golazo desde afuera del área con un zurdazo espectacular al ángulo superior y empezó a liquidar la serie.
Encima, Benzema antes del descanso sentenció la historia que sólo pudo cambiar algo cuando Messi en el complemento (53') estrelló un tiro en el travesaño.
Así, el Real levantó otro trofeo que sumó a los recientes como campeón de la liga y de la Champions. Sólo perdió justamente ante Barcelona la Copa del Rey y por eso se diputó esta serie que ni Messi pudo torcer.