Si lo que arranca bien termina de la misma forma, el tenis argentino puede estar contento. El
sorteo de la Davis (realizado en 2007) deparó buenos augurios. El primer rival carecía del fuste
necesario para achacar las aspiraciones albicelestes y esto quedó demostrado entre viernes y sábado
(lo de ayer fue una formalidad más allá de la derrota de Calleri) y se sabía que en cuartos de
final uno de los posibles oponentes era Suecia. Y se dio así. El equipo de Mats Wilander dio vuelta
su serie ante Israel y es por eso que la lucha por la Ensaladera de Plata seguirá teniendo como
escenario el estadio Mary Terán de Weiss, en el Parque Roca.
El fixture obliga a centrar toda la atención en lo que será la eliminatoria entre el 11 y el
13 de abril próximos, pero teniendo en cuenta el último antecedente entre argentinos y suecos en
Buenos Aires las lucubraciones van un poco más allá (una hipotética semifinal sería ante Rusia, de
local, o República Checa, de visitante).
Aquella paliza (5 a 0) que Argentina le propinó a Suecia en 2006, por la primera ronda, aún
está fresca en el recuerdo, por lo que los nombres en danza son prácticamente los mismos.
De David Nalbadian no se duda. Siempre es número puesto. El resto, deberá salir del buen
abanico con el que cuenta Alberto Mancini para acompañar al unquillense. Guillermo Cañas y Juan
Mónaco estarán repuestos de sus lesiones, Agustín Calleri figurará nuevamente en carpeta como una
de las principales alternativas y a José Acasuso será difícil no tenerlo en cuenta. Pero las
variantes no se detienen ahí. Hasta Juan Ignacio Chela (presente en la serie de hace dos años),
Juan Martín Del Potro y el siempre predispuesto Sebastián Prieto podrían aparecer (depende del
nivel que tengan en ese momento) sin que ello generara sorpresa.
¿Y Suecia? Tiene lo que viene ofreciendo en los últimos años. Un equipo experimentado, pero
que rinde de una manera en su tierra (en 2007 venció 4-1 a Argentina sobre carpeta, en Gotemburgo)
y de otra muy distinta cuando se lo obliga a desempeñarse en polvo de ladrillo.
Ni Thomas Johansson, ni Robin Soderling (hoy lesionado), ni Jonas Bjorkman, ni Simon Aspelin
tienen la chapa como para generarles a los argentinos grandes dolores de cabeza, pese a que varios
de ellos no están tan mal ranqueados.
Encima, la previa de esa serie tendrá torneos en canchas de cemento (Dubai, Las Vegas y los
Masters Series de Indian Wells y Miami). Para los argentinos correrá la misma situación (la
adaptación de una superficie rápida a una lenta), sólo que los de acá se criaron en polvo .
Mucha agua correrá debajo del puente. Rendimientos, lesiones y otras yerbas formarán parte de
la previa por los cuartos de final. Por lo pronto, Argentina esperaba que esto sucediera y la Copa
Davis no se mudará del Mary Terán de Weiss, con todo lo que ello implica.