Las "pequeñas sociedades" que le encantaban a Menotti son reclamadas por un sector del mundo futbolero para el partido decisivo de la selección ante a Perú en la Bombonera
Las "pequeñas sociedades" que le encantaban a Menotti son reclamadas por un sector del mundo futbolero para el partido decisivo de la selección ante a Perú en la Bombonera
"El fútbol es bizarro a veces. Uno gana partidos si tiene buenos jugadores, jugadores con calidad técnica, y los jugadores que ayudan a sus compañeros juegan bien. Eso es lo que Higuaín hace por Dybala. Estoy muy feliz con su actuación y la de todo el equipo, que apoyan y permiten a Dybala anotar tantos goles".
Massimiliano Allegri pareció enviarle un mensaje a Jorge Sampaoli hace unos días. El DT de Juventus sostuvo en conferencia de prensa que "Higuaín ayuda a Dybala a brillar" y se metió, involuntariamente por supuesto, en la discusión que por estos días matiza la exasperante espera del choque in extremis frente a Perú por el pasaje a Rusia 2018.
A César Menotti siempre le encantó hablar de las pequeñas sociedades, son casi de su invención, dialéctica al menos. Probablemente la última vez que se haya referido al tema fue antes del Mundial de Sudáfrica, en 2010, para profundizar sobre las bondades de la selección española que se consagraría campeona del mundo por primera y única vez en su historia tras vencer a Holanda 1 a 0 en el alargue con gol de Iniesta.
"Un equipo es eso, una suma de pequeñas sociedades, como es el caso de España, que las tiene en cualquier zona del campo", decía César llenándose la boca de placer futbolero y pensando fundamentalmente en el tándem Xavi-Iniesta.
En aquella final, la España de Vicente del Bosque formó con Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol y Capdevila; Xabi Alonso, Busquets, Xavi Hernández e Iniesta; Pedro y Villa. Después entraron Navas, Fábregas y Fernando Torres. De los titulares, 6 pertenecían a Barcelona, 3 a Real Madrid, 1 a Valencia (Villa ya había firmado para el Barsa pero debutó después del Mundial) y otro a Villarreal. Navas, Fábregas y Torres jugaban en Sevilla, Arsenal y Liverpool respectivamente.
Eran los tiempos del mejor Barcelona de todas las épocas. Y el bigotón del Bosque armó la formación con la base del mejor equipo de la liga.
Hoy, con el agua al cuello, la pelota rueda a mil por hora en Argentina buscando atajos que permitan avizorar un final feliz con Perú, algo imposible de asegurar pero bastante sencillo de imaginar.
El descrédito de los futbolistas que juegan en el exterior en beneficio de los que se fajan todos los fines de semana en el ámbito local es cada vez mayor.
Hoy es muy común escuchar que el torneo italiano es una competencia de segundo nivel y ya es infrecuente el argumento de que los que juegan afuera son mejores porque los marcan los de afuera.
Hoy suma cada vez más adeptos la convicción de que en Europa no se marca, sino que se hace sombra.
Ni tanto ni tan poco, un intermedio sería mejor.
"¿Vos te creés que los defensores de Sassuolo son mejores que los de Godoy Cruz?" La pregunta detonó en los sets de televisión y las redacciones tras los tres goles de Dybala al débil oponente italiano de camiseta simil Nueva Chicago y San Martín de San Juan y en comparación con el rival de Boca el domingo último en la Bombonera.
El del Mellizo es el equipo de moda y la sublime actuación de Pablo Pérez con dos goles incluidos lo metió de lleno en las preferencias periodísticas de cara al partido del 5 de octubre. Todos los fines de semana desde la prensa se le pide a Sampaoli que convoque a los más destacados del fútbol vernáculo.
Gago y Pérez. Pavón y Benedetto. Esas dos son las "pequeñas sociedades" más promocionadas y promovidas en los últimos días. Ponzio y Pity Martínez no conforman una sociedad, pero sus pergaminos también los ponen en las preferencias. Hace un tiempo cuando las finales de Copa América azotaban la autoestima criolla se proclamó a los 4 vientos que la defensa era una sola: Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangioni. Los 4 estandartes del River campeón de la Sudamericana y la Libertadores.
"Si queremos ganarle a Uruguay en el Centenario, el 5 tiene que ser Ponzio", fue otra de las proclamas.
Obsérvese que la mayoría de los pedidos están más vinculados a argumentos temperamentales que futbolísticos. No es casualidad.
Poner y sacar es una buena catársis que sirve para matizar una espera futbolísticamente insoportable. Lo cierto es que lo que se propone tiene antecedentes que ya cumplieron, en algunos casos, más de 60 años.
Guillermo Stábile fue el entrenador de la selección argentina entre 1940 y 1960. El 14 de mayo de 1953, la selección recibió a Inglaterra en el Monumental y para ese partido don Guillermo convocó y puso como titulares a los 5 integrantes de la delantera de Independiente: Michelli, Cecconatto, Lacasia, Grillo y Cruz.
Fue el día del famoso gol de Grillo por el que tiempo después fue instituido el 14 de mayo como el Día del Futbolista Argentino. Pasaron 64 años. Esa estrategia también fue utilizada por Stábile para un amistoso con España.
El 12 de octubre de 1974, Menotti debutó como entrenador de la selección tras un nuevo fracaso albiceleste en el Mundial de Alemania (Argentina fue 7ª entre 16 y sólo pudo vencer a Haití).
Para ese partido, frente a España por la Copa Hispanidad y en el Monumental, César convocó a medio equipo de Huracán, campeón con él en el banco en 1973 y a medio de Boca, más uno de Racing y otro de River.
Argentina formó con Rubén Sánchez (Boca); Vicente Pernía (Boca), Jorge Paolino (Racing), Roberto Rogel (Boca) y Jorge Carrascosa (Huracán); Miguel Angel Brindisi (Huracán), Francisco Russo (Huracán) y Carlos Babington (Huracán); René Houseman (Huracán), Edgardo Di Meola (River) y Enzo Ferrero (Boca). Marcelo Trobbiani (Boca) ingresó por Brindisi y Osvaldo Potente (Boca) lo hizo por Babington. El entrenador aurirrojo era el mítico Ladislao Kubala, que dirigió a España entre 1969 y 1980.
Las pequeñas sociedades que el mundo futbolero le reclama a Jorge Sampaoli para el encuentro decisivo con Perú no son nuevas y mucho menos un recurso revolucionario.
La desesperación por el nulo mensaje que baja de los jugadores remite a una búsqueda permanente y la solución parece estar sólo en la capacidad temperamental de los futbolistas que, en su mayoría, ya fueron convocados por el Zurdo. Y no hay pequeñas sociedades, al menos hasta ahora.
Habrá que esperar al llamado de jugadores del medio local, pero esa estrategia, que Argentina nunca utilizó en partidos por los puntos, no parece estar en los planes del entrenador.
Por lo pronto, el domingo la barra de Boca avisó que apoyará a la selección.
Sí, a propósito de sociedades para nada anónimas, parece que la barra también sale a la cancha el 5 de octubre.