Los Pumas ya cerraron el tercer capítulo del Rugby Championship. Y lo hicieron de la mejor manera. Así lo determina el hecho de que hayan conseguido el primer triunfo en el torneo tras doblegar a Australia en Mendoza. Por eso es tiempo de balance. Y quién mejor para hacerlo que el forward rosarino Leo Senatore, quien ya tiene un largo recorrido en el seleccionado y siempre se las rebusca para codearse con el protagonismo. Como lo hizo en la histórica victoria ante los Wallabies por 21-17, ya que marcó el primer try del equipo y fue elegido el jugador del partido. El ex Gimnasia va de frente, como lo hace en la cancha. Su discurso está cargado de sensaciones. La convicción, la satisfacción y el orgullo son lo que más sobresale. “El balance es superpositivo y está a la vista porque conseguimos el primer triunfo en este torneo, algo que para nosotros era un desafío enorme”. “Hoy Los Pumas le pueden jugar de igual a igual a las potencias”. “Trabajamos para ser los mejores”. “El punto más fuerte de este equipo, sin dudarlo, es la humildad que tiene”. “Esto se dio por la combinación de un montón de factores. Esperemos que esto sea un nuevo comienzo para todos”. Esas fueron algunas frases que tiró el tercera línea de Worcester Warriors, de Inglaterra, a la hora de desmenuzar el presente del elenco dirigido por el tucumano Daniel Hourcade.
La victoria ante Australia fue el punto culminante del equipo. Pero Senatore no se queda sólo con eso. Resalta que a “lo largo del torneo fuimos dando pasos muy importantes todo el tiempo. Y lo logramos con muchos juveniles. Desde el principio nos planteamos ser mejores cada semana, y creo que lo demostramos. Antes del torneo se hablaba de que íbamos a perder por un montón de puntos y de que faltaban algunos jugadores históricos. Se hablaban cosas que no tienen que ver con el rugby, no de las cosas que ocurren puertas para adentro y se solucionan en el vestuario. Este equipo hace que se hable de otras cosas como la obtención, el juego, de los backs, del ataque y de la defensa”.
E inmediatamente subraya que “la presión de Los Pumas hoy es algo muy interesante, y el scrum es algo de temer por todos los rivales. Esperemos seguir así en la ventana de noviembre. Vamos a seguir así. Trabajamos para poder ser los mejores”.
—¿Qué balance hacés del torneo?
—Es superpositivo. Está a la vista porque conseguimos la primera victoria en este torneo, algo que para nosotros es un desafío enorme. Cada año nos vamos acostumbrando más a jugarlo. Esta vez hicimos un juego muy dinámico y muy vistoso. A Sudáfrica lo pudimos dominar durante varios pasajes en ambos partidos. Con Nueva Zelanda desgraciadamente no nos pudimos sobreponer en ninguno de los dos porque son los mejores del mundo. Y ante Australia en la ida tuvimos un mal partido y casi terminamos rescatando un empate en el último minuto, y en Mendoza se dio la lógica porque fuimos superiores a lo largo de todo el partido.
—¿Por qué hoy se habla de que se le ganó bien a una potencia y que se le merecía ganar?
—Este torneo nos acerca un poco más a estos rivales. Nos sacamos un poco el miedo y los empezamos a respetar un poco menos. Si bien los respetamos porque son los tres mejores del mundo, hoy Los Pumas les pueden jugar de igual a igual. Lo demostramos para muchos que creían que nos íbamos a comer un montón de puntos y que no podríamos aguantar físicamente. Y se ganó por primera vez en el torneo con la mayoría de los jugadores del medio local surgidos del Pladar, de los entrenamientos rigurosos que hay acá en el país y de la competencia que se les está dando a los jugadores del seleccionado.
—¿Cuándo empezaron a sentir que la victoria estaba al caer?
—Año a año fuimos madurando. Esto es una evolución de algunos jugadores que quedan de la época de Tati Phelan más otros chicos que subieron ahora con un hambre terrible. Y la idea del Huevo (Hourcade) de ser más ofensivos, de perder el respeto, dejar atrás el miedo y atacar. Es una combinación de un montón de factores. Si vamos a un hecho puntual, creo que frente a Sudáfrica nos dimos cuenta de que estábamos muy bien física y técnicamente. Nos sentíamos capacitados para ganar. Y eso nos daba una sensación distinta dentro de la cancha. En ediciones anteriores en partidos con los Springboks uno se sentía doblegado. Había que hacer un esfuerzo tremendo para no quedar en evidencia de que éramos inferiores.
—¿El cambio de la idiosincrasia hizo que esto sea posible?
—Y... elos también juegan a esto. Con menores esfuerzos que nosotros quizás. Con menos errores no forzados porque están acostumbrados debido a que juegan todo el año en el Súper XV. Nosotros año a año vamos mejorando. En este sentido hay un esfuerzo muy grande de la UAR de trabajar en todas las destrezas con los juveniles. Es un proyecto largo que viene de Los Pampas y el trabajo que viene haciendo Hourcade. Este es un trabajo a largo plazo. La idea del Huevo es totalmente ofensiva. Es un entrenador con una cabeza impresionante para convencer a los jugadores de que lo podíamos lograr. Y de hecho lo logramos.