Central Córdoba cerró una temporada para el olvido y la imagen de ayer, con apenas trece jugadores disponibles, es la muestra más clara de que no solamente el presente es muy malo sino que el futuro todavía puede llegar a ser peor si no hay un cambio radical en la estructura de la institución de la zona sur.
Más allá de que en lo futbolístico este torneo fue muy pobre, las situaciones externas terminaron minando cualquier posibilidad de seguir en la categoría.
No fueron pocos los jugadores que se fueron con una deuda muy grande sin cobrar, no solamente de sueldos sino tampoco el premio por haber ascendido en la temporada pasada y además durante el torneo tampoco faltaron amenazas para algunos jugadores y entrenadores, lo que sin dudas muestra a las claras que la actualidad no es la mejor.
La situación es tan mala que ayer mismo los dirigentes tuvieron que salir a desmentir la quiebra del club y aclarar que las elecciones se llevarán a cabo en los plazos previstos.
Sin dudas, las elecciones deberían ser el punto de inflexión de cara al futuro para encontrar el Central Córdoba que Rosario necesita, pero que está muy lejos de serlo.
Claro que por ahora todo está en el aire sobre el tema de las elecciones, más allá de las intenciones del doctor Carlos Lancellotti de postularse para la presidencia, en cuyo caso sería con el respaldo de varios empresarios importantes de la ciudad, lo que sería fundamental para ayudar a la pobre economía de la entidad, que además sufrirá por el descenso la merma en el ingreso por la televisión.
Ayer, frente a Defensores de Belgrano, los que salieron a la cancha hicieron lo mejor posible en la búsqueda de regalarles al menos un triunfo a los hinchas, pero no pudo ser y terminaron conformándose con una despedida en cero. Ahora vendrá un tiempo de reflexión en el que por ahora ni siquiera se sabe cuál será el cuerpo técnico ni con qué jugadores va a contar para poder afrontar la temporada que viene en un un torneo durísimo como el de Primera C.
Este Central Córdoba que hasta no hace mucho tiempo supo participar dignamente en Primera B Nacional y que tenía un peso importante en la Asociación del Fútbol Argentino (durante las presidencias de Ricardo Méndez y Eduardo Bulfoni) está atravesando uno de sus peores momentos de su historia y por ahora no se ve la luz a la salida del túnel.
Ojalá que la historia cambie rápidamente para que los hinchas del Matador puedan disfrutar otra vez de las buenas épocas, aquellas en la que daba gusto ver jugar a un equipo que siempre luchaba por objetivos trascendentes.