San Martín (SJ) dio la nota. En el Nuevo Gasómetro le pegó un duro golpe al San Lorenzo de las
grandes estrellas, que aún siguen sin brillar. Con este triunfo, el conjunto sanjuanino logró
engordar notablemente el promedio del descenso y, encima, es uno de los líderes del campeonato.
Empero, deberá seguir peleando para tratar de abandonar los últimos lugares en la tabla de los
peores.
El cuervo, que no ganó en 2008, manejó la pelota de principio a fin, pero fracasó en la
definición y, en el epílogo del partido, Sebastián Brusco, de penal, le otorgó la victoria al
conjunto sanjuanino, que marcha al tope de las posiciones.
San Lorenzo no registra triunfos en los ocho partidos que disputó en 2008 (tres oficiales y
cinco de verano), incluido su sombrío debut en la Copa Libertadores ante Caracas de Venezuela
(0-2).
El azulgrana exhibió en los minutos iniciales un juego errático, impreciso, producto de
cierto nerviosismo, pero con el correr de los minutos se afirmó en la cancha y prevaleció sobre su
rival.
D’Alessandro mostró algunas dosis de su talento creativo, aunque sus apariciones fueron
intermitentes. San Martín apeló a un esquema conservador, con muchos hombres replegados en su
campo, a la espera de algún contraataque.
En ese contexto, San Lorenzo estuvo cerca de conseguir la apertura del marcador a los 15
minutos, cuando el delantero Bernardo Romeo capturó un rebote y conectó un disparo que se perdió
por encima del travesaño.
El segundo tiempo tuvo otro tono. El equipo de Boedo jugó más agresivo, con mayor profundidad
y enhebró varias acciones ofensivas que comprometieron el arco defendido por Ezequiel Medrán,
figura de la noche.
Sin embargo, San Lorenzo no tuvo la capacidad para capitalizar las acciones que generó, ya
que cambió jugadores y esquemas tácticos, pero no pudo quebrar a un ordenado San Martín.
Sobre el final, el ex Newell’s Gastón Aguirre le cometió una infracción a Recalde y
Brusco, de penal, venció el esfuerzo de Orión, que alcanzó a desviar el remate.
El triunfo fue acaso un premio excesivo para San Martín, que mostró modestos argumentos, y un
nuevo castigo para el gris presente de San Lorenzo. l