San Lorenzo sigue de capa caída. Tras la derrota que sufrió en el debut del Clausura ante
Newell’s y todas las críticas aparecieron, ayer el equipo de Ramón Díaz dio un nuevo paso en
falso. Fue en su debut en la Cola Libertadores cayendo frente a Caracas de Venezuela por 2 a0.
Lo del Ciclón fue sencillamente malo. A tal punto que los errores
cometidos el viernes ante la Lepra no le sirvieron como escarmiento. Y así le fue. Encima, volvió a
padecer de expulsiones, ya que en el primer tiempo vio la roja Christian Tula y en el segundo, a
minutos del final, quien siguió el mismo camino fue Juan Manuel Torres.
El equipo del riojano salió con un 4-4-1-1 que resultó absolutamente
inofensivo, ya que el debutante Andrés D’alessandro no está a punto física ni
futbolísticamente, y dado que fue el único creativo que tuvo el equipo, Andrés Silvera se debatió
sin asistencia ni compañía como único atacante. Por eso las llegadas al arco del Ciclón brillaron
por su ausencia.
Después, lo que les quedó por resolver a los dueños de casa fue el
aspecto ofensivo, y en ese rubro fue clave que el técnico Noel Sanvicente colocara en la zona media
a volantes de creación que terminaron prevaleciendo sobre los cuatro de marca que tenía el
visitante.
Además, los dos delanteros netos que tuvo Caracas, el argentino, ex
Quilmes, Pablo Bastianini y Rafael Castellín, crearon muchos problemas para la última línea
azulgrana, especialmente cuando se tiraron por los costados.
Por eso, después del gol de apertura logrado por Ronald Vargas, a los
40’ del primer tiempo, llegó la expulsión de Tula por un pisotón de impotencia a Castellín.
Con ese panorama, y el ingreso de Adrián González por Diego River, salió
San Lorenzo a jugar el segundo tiempo, buscando la igualdad en desventaja numérica. Pero nada
cambió. Sólo las ganas de Jorge Ortiz fue lo único para rescatar en el equipo del Pelado.
El golpe de gracia llegó a 25’ cuando Castellín tocó debajo del
arco un centro bajo, luego de un rechazo oportuno de Orión.
De allí hasta el final San Lorenzo fue pura impotencia y otra muestra de
ello fue una nueva expulsión, en este caso de Torres.
Eso terminó de redondear una noche decididamente funesta para el conjunto argentino, que en
el año de su centenario tiene a la Copa Libertadores como el gran objetivo histórico a alcanzar.
Claro que jugando de esta forma parece que se quedará otra vez con las ganas.