Miguel Angel Russo no se deja llevar por la agitación exterior. El técnico busca transformarse
en un líder sereno y reflexivo para poder conducir a sus dirigidos en el convulsionado tramo final
del Clausura. Es tiempo de astucia y coraje para capear el temporal. El tropezón ante Huracán
mantuvo a los canallas en la peligrosa zona de promoción y la distancia con Racing aumentó a dos
partidos (4 puntos), a sólo cuatro jornada del cierre del torneo. Las dudas aumentan al ritmo de
las especulaciones matemáticas en el universo auriazul pero el entrenador traslada un mensaje
tranquilizador que emana de su aplomo, su experiencia y su conocimiento. “Hoy más que nunca,
hay que pensar en ganar el próximo partido. Central no puede pensar más allá. Tenemos que ganar y
después ver cómo se acomoda el resto”. Esa fue la frase de Russo fuera de micrófono ante los
periodistas tras la práctica de ayer en Arroyo Seco.
Esta lucha no lo desencaja. Todo lo contrario. Russo es un lobo astuto
que conoce el paño y que sabe que no hay que dar nada por perdido. Su obligación es transmitir
seguridad y confianza para encarar las cuatro finales que restan y se encuadra detrás de ese rol.
Por eso camina en cada entrenamiento con los brazos detrás de la cintura, hablando con cada
jugador, buscando bajarle los decibeles a la exaltación que impone esta batalla por sobrevivir en
primera división. Quiere alejar a los suyos de la locura de las ecuaciones numéricas y nada mejor
que una palabra de estímulo en el arranque de la semana.
Russo busca recursos para sacar a Central de esta situación. Pero
difícilmente el técnico exhiba una acción traumática para retomar el sendero de los triunfos. Su
idea es redoblar la confianza en aquellos que cree en condiciones de afrontar esta cruzada. Por
eso, sólo se esperan algunos pequeños ajustes de ocasión para visitar a Independiente. El conductor
canalla da a entender que no es un momento fácil de asimilar para los jugadores que no tienen
experiencia en el escenario mayor auriazul. “Vamos día a día, no podemos hacer otra cosa.
Ahora quiero que se recuperen todos los jugadores que están con molestias y después vamos a elegir
los once que mejor estén para este fin de semana”, repite una y otra vez el DT.
Asimismo, con su elegancia habitual, Russo deja traslucir que San Martín
es el rival más complicado en la tabla de los promedios. “Divide diferente y eso lo vuelve
peligroso. Por eso tenemos que pensar en ganar y nada más”, concluyó.