El entrenador auriazul Miguel Angel Russo analizó en detalle el presente que atraviesa su equipo, que arrastra una racha de tres derrotas consecutivas y que mañana por la noche intentará reivindicarse cuando reciba a Tigre en el Gigante de Arroyito. El DT está tranquilo. Por sobre todas las cosas confía a pleno en el grupo de jugadores que dirige. Aunque esto no le impide puntualizar las falencias que deben mejorar para encontrar regularidad en funcionamiento y resultado. “Si empezamos a leer los partidos, que es lo más difícil, no estamos tan lejos de lo que nosotros queremos”, razonó el técnico ayer al mediodía en el predio de Arroyo Seco. Además no ocultó que hay algunos rendimientos individuales “desparejos” y fue contundente al afirmar que “no nos gusta tener rachas negativas”, pero en estas ocasiones hay que “poner el pecho y salir”.
—En esta maratón de partidos que tienen por delante, casi no hay tiempo de lamentarse de lo que pasó. ¿Cómo llegan para enfrentar a Tigre?
—El poco tiempo que hay sirve para hacer la autocrítica. Estoy conforme con algunas cosas y hay otras en las que estamos fallando. Por lo menos de visitante, porque de local en el partido ante Colón no puedo reclamarle nada a nadie. Fue otro tipo de historia. Pero cuando salimos del Gigante hay que tener más el control del trámite del encuentro. Perdemos muy rápido la pelota y por eso el rival nos ataca. Hay que levantar los niveles. Y nada más.
—Pasaron algunos días, ¿cómo analizás la derrota con San Lorenzo, donde estuvieron muy cerca de quedarse con los tres puntos y perdieron sobre la hora?
—San Lorenzo tiene mucho potencial y trajo varios refuerzos. Hubo algunas polémicas arbitrales. Pero ya está. Hago hincapié en lo nuestro. La visión es que no se pueden liquidar los partidos en el primer tiempo, pero sí manejarlos de otra manera cuando estás en ventaja. La idea era aprovechar mejor los espacios. Hay que saber leer los partidos. Ahora el lunes (mañana) enfrentamos a un rival durísimo, que tiene un gol a favor y uno en contra. Costará mucho hilvanar juego. Ellos se protegen bien y buscarán hacer su negocio. En estos encuentros nos toca hacer todo el gasto y no hay que cometer errores ni tener distracciones.
—¿Imaginás al partido ante Tigre similar al de Colón, con un rival muy replegado?
—Sí. Normalmente cuando vienen al Gigante los adversarios toman esa postura. Es algo que nosotros hemos ganado. Si empezamos a leer los partidos, que es lo más difícil, no estamos tan lejos de lo que nosotros queremos.
—¿Esta capacidad para manejar los partidos tiene que ver con tener más precisión en los volantes?
—Es la clave. La zona de volantes es la que maneja la aceleración, la pausa y el control del encuentro. Tenemos rendimientos desparejos. El que mejor estaba era el Sapo y ahora no lo tenemos. Con San Lorenzo leyó el partido bárbaro.
—¿Qué diagnóstico hacés de este momento del equipo?
—Estamos muy acelerados, perdemos mucho la pelota. Creo que el rival nos ataca porque la perdemos muy pronto. Encontrar la pausa y la aceleración justa es hablar del ideal. Y el ideal a veces no existe. Sí tenemos que encontrar el freno necesario. No todo tiene que ser con apuro. Es indudable que la gente te obliga. Hay que llegar de la forma adecuada al arco rival, por ahí no tan rápido.
—Encima están en un momento donde cada vez que se equivocan sacan del medio.
—Lo principal es que somos fuertes. Creo en este grupo de jugadores. Creo en el trabajo. Creo en los chicos que van apareciendo.
—Hasta acá siempre se sobrepusieron ante las rachas negativas.
—Si, pero no nos gusta tener rachas negativas. Buscamos no tenerlas. Después nos encontramos con realidades donde hay que poner el pecho y salir. Perder sobre el final como ante San Lorenzo te duele mucho. Hay que recuperarse.