Generalmente son las prácticas de fútbol las que entregan los detalles finos en lo que hace a la conformación del equipo para actuar el fin de semana (o cuando toque), pero hay otras a partir de las cuales se pueden sacar algunas conclusiones importantes. La de ayer fue una de esas. Es que el foco de atención que se había instalado en la respuesta que entregara Marco Ruben desde lo físico sirvió justamente para eso, para evaluar el rendimiento del delantero, y la conclusión fue que el capitán no tendrá inconvenientes en estar a disposición del técnico Leonardo Fernández para el choque del domingo frente a Boca. También aparecieron otros ingredientes no menores, como lo son el trabajo táctico que realizó la defensa, con José Luis Fernández en lugar de Alfonso Parot (hoy podría no hacer fútbol), con una molestia, en lo que hoy es una de las incógnitas que tendría el DT, y además el dolor que evidenció Fernando Zampedri en el tobillo izquierdo, que lo obligó a no completar el entrenamiento matutino y a ser preservado en el vespertino. Igual no es algo que hoy preocupe en el cuerpo técnico.
Ruben ya había entregado buenas señales en la práctica del martes, pero ese día el cuerpo técnico fue cauto e hizo saber que la verdadera prueba iba a ser ayer, cuando la exigencia fuera mayor. En ese sentido la jornada fue favorable, tanto para el futbolista como para el entrenador.
El delantero, quien se había quedado afuera del partido contra Talleres por una molestia en el cuádriceps, hoy es parte del grupo. La primera tanda del entrenamiento fue cumplida al pie de la letra, cuando hubo trabajos de movilidad y reacción. Y más satisfactorio fue lo que vino después. Es que sin miramientos ni precauciones en el medio, Ruben formó parte de los trabajos de definición que diagramó el cuerpo técnico y que fueron seguidos de cerca por Germán Rivarola y Cristian Daniele, los colaboradores de Leo Fernández.
Allí Ruben se ubicó en el borde del área grande junto a Fernando Zampedri, haciendo las veces de pivote, mientras los volantes ofensivos primero trasladaban y descargaban hacia los costados para después meter la pelota profunda al corazón del área, donde ambos delanteros tenían la obligación de definir.
A lo largo de todo el trabajo Ruben se mostró activo en los movimientos. Picó, buscó los espacios al vacío y, sobre todo, no escatimó fuerza a la hora de cada definición. Esto hizo que los reparos que pudieran tener los integrantes del cuerpo técnico (y él también) comenzaran a perder terreno. Por eso, las especulaciones sobre su presencia el domingo son mucho más certeras. Es que más allá de las ganas de Leo Fernández de contar con el delantero de mayor renombre del plantel está la necesidad de parte del DT. No sólo por la ausencia obligada de Agustín Coscia (expulsado contra Talleres), sino por la jerarquía del rival de turno.
Y mientras eso sucedía en una mitad del campo de juego, en la otra el propio Leo Fernández llevaba a cabo un trabajo táctico específico con los defensores y volantes de contención. Y con Parot al margen (trabajó en campo poco tiempo y de manera diferenciada, luego se fue al vestuario a realizar trabajos de kinesiología), el elegido para ocupar esa posición fue José Luis Fernández. Elías Gómez, otro posible candidato en caso de que el chileno no llegue en condiciones, no puede actuar porque fue expulsado en reserva. Después de un trabajo en espacios reducidos, el DT reordenó los dos minigrupos y el nuevo reparto de pecheras encontró a Ferrari, Tobio, Martínez, Fernández y Maxi González del mismo lado (del otro estuvieron Nahuel Gómez, Leguizamón, Alfani, Elías Gómez y Romero), por lo que se presume que, salvo la incógnita de Parot, Leo Fernández no tiene pensado tocar nada.
Primero estuvo la consigna de correr la cancha de un lado hacia el otro, achicando los espacios, sin desordenarse mientras los cinco de enfrente tenían la pelota y la hacían circular permanentemente en forma de medialuna, para después sí intercambiar roles, intentando terminar la jugada, con centros incluidos, con el desborde por parte de los marcadores de punta.
¿Qué explica esto? Que los cuatro nombres del fondo (con Parot o Fernández) más Maxi González están prácticamente asegurados para el domingo. Y que sólo restaría definir si habrá algún que otro retoque en la mitad de la cancha.
Allí, Camacho y Carrizo parecen tener un lugar prácticamente asegurado y el otro lugar dependerá de la evaluación que haya hecho Leo Fernández del partido en Córdoba y de la forma que pretenda plantearle el encuentro al líder Boca. Será una puja en un puesto en el que Diego Becker viene de ser titular y Leonardo Gil de ingresar algunos minutos.