La 38ª edición del Rally Dakar llegó a su fin en Rosario, en el mítico Monumento Nacional a la Bandera y a orillas de un bravo Paraná que fue testigo desde primera hora de la tarde de la llegada de los participantes de esta durísima competencia que recorrió más de 9.000 kilómetros por caminos de Argentina y Bolivia.
Los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli, oriundos de Las Flores, fueron quizás de los principales protagonistas de la competencia, al clasificarse campeón y subcampeón, respectivamente, en la categoría quads. Ya habían mostrado su satisfacción en Río Cuarto, en el final de la etapa esta mañana y hubo reconocimiento de Marcos hacia su hermano, a quien le dedico el título por haberle cuidado las espaldas. "Quiero aclarar que ganamos los hermanos", dijo a modo de reconocimiento.
En tanto, su hermano Alejandro sorprendió al llegar al podio en el Monumento al reconocer que estaba pensando en bajarse del cuatri "porque es peligroso". Antes, se dio el gusto de festejar y antes de subir al podio junto a su hermano Marcos fueron recibidos por una enorme bandera argentina que varios espectadores colocaron a unos metros de la rampa para acompañar su llegada.
Pasadas las 14, los primeros participantes del Rally Dakar comenzaron a arribar a la rampa ubicada en el Monumento a la Bandera, para satisfacción y regocijo de los cientos de rosarinos que desde esta mañana temprano comenzaron a ocupar sitiales de privilegio detrás del cerco establecido para que toda la fiesta se desarrolle con absoluta normalidad.
Promotoras de la organización entregaban remeras recordatorias a los participantes que iban arribando. Los primeros en hacerlo fueron los quads y las motocicletas, con rostros cansados pero felices, quienes eran saludados por la multitud.
La 8ª cita del Dakar en Sudamérica llegó hoy a su fin. Rosario, como en 2014 en la partida, fue elegida para que corone a los competidores tras 13 durísimas etapas por caminos de Argentina y Bolivia. También para que cierre con las llaves de la pasión y clima festivo una nueva jornada histórica para los todos los santafesinos.
Uno de los pilotos en dar su testimonio fue el uruguayo Laurent Lazard, quien a bordo de su KTM contaba al periodismo que "fue una prueba durísima pero pudimos terminar. Este es mi décimo Dakar y estoy feliz de estar aquí en Rosario", mientras su hija Eli jugaba con los implementos de la moto.
A su turno, el debutante español Julián García Merino, con su moto Yamaha, contaba entre exhausto y satisfecho que "cuando entramos a la Argentina el calor y el cansancio se ha acumulado y ha sido muy duro,. Pero he podio con ello. Es mi primer Dakar y tenía la expectativa de, como mínimo, poder terminarlo. Y lo he logrado".
Otro motociclista que mostró su alegría por haber terminado la prueba fue el argentino Mauricio Gómez, con Yamaha, quien señaló que "influyó muchísimo la parte psicológica. Siempre tuve que remar de atrás y se hizo difícil estar siempre al tope para recuperar posiciones. Fue un Dakar duro. No es fácil estar arriba con 4.500 o 4.700 metros. La vuelta fue dura pero... estamos acá", redondeó mientras tomaba en sus manos la medalla del Rally.
Las fotos y los autógrafos estuvieron a la hora del día, lo que demuestra la buena onda y predisposición de los pilotos a pesar de lo extenuante de la competencia.
Otro de los aplaudidos fue el francés Stéphane Peterhansel, quien demostró que tiene bien ganado su apodo de “Monsieur Dakar”: a los 50 años, ganó hoy su duodécimo título en la carrera fuera de pista más extrema del mundo al imponerse en la categoría autos y agiganta su leyenda en el automovilismo.
A su llegada al podio montado en el Monumento, y tras conquistar su sexto título en autos, el piloto galo señaló que “el último gran desafío en mi carrera era conseguir el mismo número de victorias en coches que en motos. Y ya está. No sé muy bien si me queda alguna motivación así de importante”, declaró.
Con la llegada de los autos, entre ellos un consagrado de la prueba, el príncipe catarí Nasser Al-Attiyah, ganador del año pasado, quien señaló que "dos hombres me preocupaban antes del inicio del Dakar: Stéphane y Giniel. Al final subimos los tres al podio'', comentó.
"`Stéphane es muy listo, y Giniel es muy constante, hace un buen trabajo. Pero estoy contento por el segundo lugar"', agregó, al tiempo que descorchaba una botella junto a su coequiper.
El australiano Toby Price no dejaba de expresar su alegría tras coronarse campeón en la categoría motos y convertirse en el primer australiano que termina en lo más alto del podio.
Price logró el título al superar a su compañero del equipo KTM, el eslovaco Stefan Svitko. "Ganar en mi segunda participación es todo un récord, pero también es increíble ser el primer australiano que gana el Dakar'', señaló Price. "No me lo podría ni haber imaginado hace dos años''.
En la categoría de camiones, el holandés Gerard de Rooy, se hizo con el podio en la general con un tiempo final de 44 horas, 42 minutos y 03 segundos. Como subcampeón le siguió el ruso Ayrat Mardeev, de Kamaz, y en tercer lugar el argentino Federico Villagra, de Iveco, el tercer argentino en conseguir podio en este Dakar que, entre polémico y atrapante, tuvo su bandera a cuadros en Rosario.