Desde el día que Central logró el tan ansiado ascenso hubo un tema que copó la escena. Todas las energías fueron puestas sobre el tema refuerzos. Poco importó el resto. Estaba claro que ese era el primer ítem a atender para cumplir con las aspiraciones de hacer un buen colchón de puntos y evitar momentos de zozobra. Obviamente el cambio del plantel en nombres propios iba de la mano de las exigencias que emergieron con el regreso al círculo superior del fútbol argentino.
Desde entonces, la danza de nombres puso primera y entró en piloto automático. Hubo un desfile importante de posibles refuerzos. Algunos fueron descartados rápidamente, y otros se mantienen sobre la mesa. Pero la única certeza es que sólo se sumó el defensor Alejandro Donatti (ex Tigre). Y que desde el club de Arroyito están haciendo gestiones por renovar algunos contratos e incorporar futbolistas de primera línea. Pero hoy los esfuerzos parecen insuficientes y el plan de engrosar la materia prima para que el entrenador Miguel Angel Russo trabaje con los recursos necesarios continúa en veremos.